Directivos del Hospital Presidente Perón denunciaron que un grupo de vándalos rompe en forma sistemática instalaciones y obras que se realizan en el nosocomio. De hecho, un baño tuvieron que repararlo en cinco oportunidades. En diálogo con La Ciudad, la directora del nosocomio, Elena Reymondes, lo atribuyó a un minúsculo grupo de trabajadores que, en el marco de un conflicto gremial, llevan sus acciones a este extremo.

Por su parte, la directora asociada, Dra. Cristina Gaitán, aseguró que con esta situación no la están “pasando bien” y que si bien hay muchos trabajadores que quieren sumarse a la idea de sacar el hospital adelante, “hay unos pocos que no quieren lo mismo” y que por desgracia “son los que más se hacen notar”.

En ese sentido, detalló que sufrieron muchos sabotajes y que el dinero que se podría destinar a obras o equipos, se debe utilizar para “hacer lo que ya estaba hecho”.
“Hemos hecho cinco veces el mismo baño porque lo rompieron a mazazos y arrancaron puertas del sanitarios de discapacitados que construimos, porque nunca hubo”, detalló Gaitán a modo de ejemplo.

Además, según aseguraron los directivos, los vándalos rompieron un ascensor cuya reparación tuvo un costo de 80 mil pesos y que todavía no está habilitado porque hubo que mandar a construir una pieza ya que no había repuesto.

Tal como relataron, esto sucede desde que asumieron las nuevas autoridades del Hospital provincial y, desde entonces, la cantidad de hechos vandálicos se fueron incrementando. Incluso, en reiteradas oportunidades dejaron sin agua el hostal que funciona en el nosocomio, anulando las canillas desde el tanque central.

“Lo han inundado, tapan las cañerías permanentemente, invierten las válvulas. Esos días impidieron las operaciones también y eso repercute en los pacientes”, aseguraron las autoridades del Hospital Presidente Perón.

Uno de los hechos de mayor gravedad fue cuando detectaron gases tóxicos en el sectror de obstetricia, lo que impidió las internaciones. Más tarde, se descubrió que los malos olores provenían de las rejillas porque “habían tirado placentas”.

En otro orden de cosas, con respecto a las inversiones realizadas, el director administrativo del nosocomio, licenciado Martín Gorestein, remarcó que “destinamos a obras de enero a junio de este año casi 4,5 millones de pesos”.

Entre los trabajos realizados, explicó que fueron puestos en valor los sanitarios de la plata baja y toda la iluminación, y se repararon los desagües de la sala de partos, la mampostería y las cerámicas del sector internación de Oncología y los quirófanos de emergencias.

También se trabajó en el arreglo de las bombas elevadoras de agua, del tanque cisterna y de la cubierta de tomografía, y en el acondicionamiento de los equipos centrales y split de climatización, entre otras cosas.

Actualmente se están ejecutando dos trabajos importantes, como los son la reparación de los desagües cloacales de los consultorios externos y la automatización del grupo electrógeno.

“En los consultorios externos se está construyendo un nuevo conducto sobre la calle Cordero, debido a que el actual se encuentra obstruido por la presencia de raíces”, informaron.

Finalmente, consultados sobre los proyectos a desarrollar en el corto y mediano plazo en el Hospital, los directivos destacaron la próxima puesta en valor del cuerpo sanitario del segundo piso (Cuerpo E, sector Residentes), la provisión, instalación y puesta en marcha de una nueva cámara mortuoria y la reparación de la cubierta de kinesiología y gimnasio.

“Vamos logrando ponernos de pie, tenemos todo el empeño y todas las ganas, porque para nosotros es un gran desafío. Ojalá que nos dejen, uno ni siquiera pide que colaboren, alcanza con que no destruyan”, concluyó Reymondes.