Del gas a la electricidad

Historia de la Iluminación Pública y Privada en Barracas al Sud-Avellaneda. Investigación y Recopilación de Patricia Denti.

Siguiendo con la luz de gas podemos decir que el farolero era el principal responsable de la iluminación pública, la empresa le otorgaba las herramientas necesarias para que realice el recorrido pertinente para iluminar las calles, estas eran: pinzas, encendedor y escalera, las cuadrillas de trabajo tenían un recorrido específico para cubrir todas las esquinas, en los primeros años de esta iluminación subían por la escalera a encender cada farol, con los años se empezaron a emplear dispositivos de encendido automático que prendían la llama al activarse el paso de gas.

En caso de pérdida de algún elemento el farolero era el que debía reponerlo, cuando por efecto del calor se ensuciaba el reflector tenían la obligación de lavarlo, en caso de que estuviera inutilizado se daba el parte de manera inmediata, debían engrasar la llave o grifo y se debían cambiar las camisillas en caso de que estuvieran rotas.

La Compañía de Gas y Coke Barracas al Sud comprende también los ramos industriales de fabricación de suministros de artículos para usar con el mismo, como cocinas calentadores, etc., para luz y calefacción.

En 1898 la colosal Compañía Alemana Transatlántica de Electricidad es fundada en Berlín con un capital de seis millones de marcos, durante ese mismo año su directorio resuelve constituir una usina central en la Capital Federa. En abril de 1899 comenzaron los trabajos en esta planta ubicada en las calles Reconquista y Paraguay.

De a poco fue adquiriendo diferentes instalaciones como la “River Plate Electricity Company”, “Gas and Elctric Libhting Company”, la gran usina de la “Compañía Anglo-Argentina de Tranvías”, “La Capital” y la “Gran Nacional”.

Esta Compañía fomentó en el país uno de los progresos mas notables de la época.
En 1910 coincidiendo con las múltiples celebraciones del centenario de la Revolución de Mayo y como otro hito más de progreso de la Argentina en su integración al conjunto de pueblos modernos, se inaugura la gigantesca planta energética de Dock Sud, considerada como la más colosal del mundo, esto se realizó debido al creciente aumento del consumo de corriente eléctrica de Capital Federal y en los partidos vecinos de la provincia de Buenos Aires.

Respecto a esta Usina de Dock Sud, el gran historiador Federico Fernandez Larrain escribió “La Usina de la Compañía alemana Transatlántica de Electiricidad, no solo fue un factor importante de progreso para Avellaneda y para el pueblo de Dock Sud, sino una fuente permanente de trabajo para el proletariado local, pese a los múltiples problemas que generó el volcamiento de toneladas de hollín sobre la población durante largos años, que fue también el signo distintivo de Dock Sud, con su sólida y poderosa estructura”.

A lo largo de la historia ha sido una necesidad del ser humano buscar la luz artificial, al principio de los tiempos fue el fuego directo, luego los candiles alimentados con aceites de distintos tipos, luego los quinqué alimentados a keronese, mas adelante la luz de gas hasta llegar a la electricidad. La luz artificial nos da sensación de seguridad, tanto adentro de una casa como en la calle, de hecho nadie anda por una casa o camina por una calle oscura, también nos da la ventaja de cambiar el ritmo impuesto por la naturaleza, prolongando el tiempo para nuestras actividades. Este trabajo trató de reflejar cronológicamente la llegada de la luz artificial a nuestra ciudad, pasando desde los candiles a la luz eléctrica.

Investigación y Recopilación: Patricia Denti
Bibliografía: Archivo Histórico
Municipal “F. F. Larrain”
patriciadenti@hotmail.com

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