El periodismo originario tiene en estas tierras su historia, a partir del primer periódico editado en Barracas al Sud en 1877. Era “El Pueblo”, dirigido por Manuel Justiniano Estévez, quien seis años después está al frente de otro: “La Opinión”.

Tres años más tarde comienza a editarse “El Orden” dirigido por José E. Pérez, y uno literario con el nombre de “El Negro Serafín” a cargo de Nicolás R. Páez. En la misma época aparece “El Progreso”, editado por Gregorio Sampayo y F. Santolaria.

Estas fueron las primeras experiencias de comunicación periodística que se conocen en nuestro distrito y, como tales, no podían ser imparciales con las ideas y las posturas políticas y sociales de la época. Por su naturaleza de comunicador popular, el periodismo era ejercido como instrumento de adhesión o crítica, muy lejos de la imparcialidad y neutralidad que se pretende de un oficio que pone en juego ideas, opiniones y líneas de acción de ponderable penetración cultural.

La revista “El trovador” de Pedro I. Molinari se publica en 1901. Cuatro años después José Herrero funda el Semanario “El Combate” y siete años más adelante nace “El Comercio” dirigido por Santolaria. Mientras tanto en Dock Sud comienza a editarse uno de los primeros periódicos barriales. Se llamaba “El Pensamiento” editado por Juan Alfonso Chiozza, un profesional (era odontólogo) y artista plástico afincado en el lugar. Fue la época del conservadorismo popular de Alberto Barceló. En esta línea, en 1908 comienza a editarse “La Verdad” con Alberto A. López y Pedro Molinari. Siete años después aparece en escena “La Opinión”, vocero de esa línea política. Pero las ideas sociales del radicalismo de entonces elaboraron una respuesta: inauguran el diario “La Libertad” en 1915 como contratara en la comunicación periodística. Ambos colosos estuvieron en la contienda periodística durante muchos años, colaborando en ellos los más representativos periodistas y escritores de entonces.

Pero a su alrededor se acentuaba el protagonismo de las ediciones semanales, quincenales o mensuales que se producían en sectores marginados de aquellos diarios. Otra vez en Dock Sud comienza a conocerse “El Poder” dirigido por Nicolás Chiozza y un año después el quincenario “La Democracia” de Santiago Gadea. Ambos se mantuvieron firmes en la actividad durante muchos años posteriores.

En 1926 surge un modesto semanario “Nueva Vida” que era impreso en la gráfica de Cayetano Timpanaro y Francisco Morfino Riera, sobre la Av. Pavón al 1600. Riera, que era simpatizante del socialismo, hizo desde sus páginas una novedosa apertura a los escritores, periodistas y poetas de la región. Por sus páginas pasaron muchas de aquellas generaciones. Con “Nueva Vida” comienza a profundizarse una prédica social, urbanística y ciudadana con contenidos más abiertos y humanos. Riera era, además de periodista, un factor de progreso en los conceptos urbanísticos, desde su acción en el Congreso de Sociedades y el proyecto de Plan Regulador para la ciudad.

Hasta aquí la prehistoria de esta profesión de comunicador de noticias e ideas en la región. Pero la historia siguió hasta nuestros días. En 1941 nace el Círculo de la Prensa de Avellaneda y Lanús con los mejores representantes del periodismo local. Cinco años más tarde aparece el diario “La Calle” bajo la dirección de Adrián Santos, y en 1949 comienza a editarse la revista “La Esfera”, agregándose a varias publicaciones que aparecían en instituciones barriales o sociales.

Transcurrieron diez años desde entonces para la aparición del diario “La Ciudad”, bajo la responsabilidad de dos antiguos periodistas de “La Libertad”: Humberto Cucchetti y Roberto Pérsico, profundizando aquella línea de inserción social y cultural en la región, con centro en las líneas periodísticas, el aporte literario y el desarrollo de la investigación histórica.

En este ancho camino relucieron los aportes periodísticos de Luis Masseroni, Armando T. Cazenave, Federico Fernández Larrain, Jose A. Picardo, Roberto Roncayoli, Juan Cuello Freyre, Francisco González Malvido, Pedro Illescas, Armando Picardo, Aquiles Castellano… y muchos más, como exponentes de este quehacer de información, ideas y protagonismo popular en nuestro terruño.

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