Cronigrafía Sociedad de Fomento Sarmiento, cumple 90 años

Escribe Antonio J. González

La Sociedad de Fomento y Cultura D.F. Sarmiento cumple 90 años de existencia. Es una de las señeras entidades vecinales de Sarandi y de la ciudad. Allí, desde sus comienzos, se organizaron los vecinos para los reclamos del barrio a las autoridades locales y poner en marcha planes edilicios, sociales y culturales. Es un ejemplo de lo que significa el asociativismo popular. Vivo a pocas cuadras de su sede.

 

Arribé allí cuando todavía era muy joven y por el impulso vecinal existente en esos años para recuperar esa función que en algunos años se mantenía dormida por dirigentes pasivos. Comencé a participar en asambleas y reuniones para recuperar ese rol dinámico en la zona. En ese entonces, estaba en la presidencia de la entidad un periodista de la zona de Dock Sud, quien debió abandonar ese puesto ante el empuje vecinal que buscaba renovar la dirigencia y la sociedad en una asamblea vecinal. Me tocó estar junto a Pascual Romano y demás dirigentes, un grupo de vecinos decididos a cambiar la dirección de la Sociedad de Fomento y Cultura D.F. Sarmiento.

 

Recuerdo el fuerte respaldo de los vecinos que produjo esa decisión en una entidad que se había dormido en viejos pergaminos, en medio de las sombras y el letargo, en una época de reclamos populares y vientos renovadores. Este quiebre beneficioso fue posible por el incansable empuje que Romano infundió a todos los vecinos. Ambos vivíamos cerca de la vieja entidad, como tantos otros protagonistas de aquellas jornadas. En cambio el que había sido su presidente hasta entonces, tenía su asiento en Dock Sud. Y para allá se fue más que volando.

 

De allí en adelante fue notoria la recuperación cultural y social de la entidad. Sus puertas de abrieron a los vecinos y pobladores de las inmediaciones y comenzaron a fluir las nuevas propuestas: Reconstruir la sede y salón de actos, abrir una biblioteca popular, gestionar ante los poderes públicos las diferentes demandas de la zona, cambiar ideas con todos en asambleas abiertas, organizar actividades y actos culturales y vecinales, etc. La palabra y el compromiso de Romano eran dominantes.

 

Toda idea posible y útil para los vecinos se ponía en marcha. Una de ellas fue la recuperación para el vecindario del terreno que ocupara la vieja cristalería en Av. Belgrano y Supisiche, para la cual se pidió rápida resolución en la Municipalidad y la Provincia, durante algunos años, hasta que se expropió y comenzó la tarea de hacer allí una plaza pública. Luego de muchos pedidos, se inauguró el nuevo espacio recreativo, conservando en su centro la vieja chimenea de la fábrica, como un símbolo no solamente de la empresa sino del propio barrio proletario.

 

Alimentaba en esa época una visión totalizadora de los requerimientos vecinales, lo que nos impulsó a trabajar por la unidad y la fuerza mayor del movimiento fomentista en Avellaneda y lograr, en representación de la Sarmiento, conformar, en 1975, la Federación Única de Sociedades de Fomento que retoma las inquietudes renovadoras e integrales de los antiguos congresos vecinales que se reunieron a partir de la década del ’30. Hoy sigue en pie y retomando las viejas propuestas. Las actividades culturales, sociales, educativas y fomentistas siguen en pie, a pesar del avance de una nueva sociedad, un barrio renovado, donde resiste una conciencia colectiva viva, pese a las dificultades que las actuales vivencias sociales y culturales plantean al espíritu solidario y progresista de la sociedad barrial.

 

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