La cancha de Boca Juniors quedará inhabilitada por un partido, como mínimo, luego de los incidentes que simpatizantes auriazules protagonizaron en la noche del miércoles en el cotejo con Independiente (3-3), por la Copa Sudamericana.

La sanción, dictada por la Secretaría de Seguridad de la Nación, la cumplirá la entidad de la Ribera en el duelo ante Atlético de Rafaela, por la quinta fecha del torneo Inicial, programado para el domingo 2 de septiembre.

En principio, el organismo se “adelantó” y decidió la clausura de la Bombonera para el certamen local, pese a que el compromiso correspondía a la órbita internacional, a causa de que la Confederación Sudamericana de fútbol (Conmebol) “no se pronunció formalmente” solicitando ninguna sanción, tal lo advirtieron a Télam fuentes del Ministerio de Seguridad.

“Una comisión evaluadora del Ministerio (Seguridad) concurrirá este lunes, a las 10.30, a la cancha de Boca para realizar una nueva revisión”, contó el citado vocero.

A la visita a la Bombonera también irán funcionarios del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en principio.

Los incidentes, en cuestión, se produjeron en la noche del miércoles, luego del empate definitivo de Independiente, en tiempo de descuento, a través de un penal ejecutado por Ernesto Farías.

Tras el festejo del gol de parte del técnico `rojo`, Cristian Díaz, algunos plateístas situados en uno de los palcos preferenciales desprendieron un cartel de publicidad y lo arrojaron deliberadamente al campo de juego, poniendo en peligro la integridad física de los ocupantes del banco de relevos de la institución de Avellaneda.

Boca, por su lado, identificó a cuatro asociados como responsables del episodio de violencia y les aplicará el “derecho de exclusión”, prohibiéndole el acceso a la cancha.

Pero la institución xeneize también le otorgará una sanción a los “dueños de los asientos” de los palcos, a pesar de que se tratan de “entradas transferibles, no personalizadas”.

Además, el Ministerio de Seguridad solicitará explicaciones a la entidad auriazul, por el hecho de haber retirado “los aleros de protección” que resguardaban a los integrantes del banco de suplentes que habitualmente utilizan los visitantes en la Bombonera.