En tanto, se espera que este miércoles el fiscal de Morón Marcelo Tavolaro pida al juez de Garantías Alberto Meade que convierta en prisión preventiva la detención de los siete presos que hay en la causa, si bien el plazo legal vence el jueves, dijeron fuentes judiciales.

El defensor José Luis Ferrari reconoció que en el teléfono de Bermúdez hay un “video sexual” con la dueña de la vivienda de Kiernan al 900 de Villa Tesei, Gladys Cabrera, también detenida en este expediente, pero que él no tiene relación con el crimen.

“Bermúdez no es el autor material del homicidio de Candela, es totalmente ajeno a este hecho”, dijo Ferrari a Télam y destacó que “la vinculación entre los consortes de causa no es la que dice ni el fiscal ni el particular damnificado”.

Ferrari afirmó que su cliente, que trabajaba como fletero y vendía mercadería de su mujer costurera, se encontraba trabajando al momento del crimen y presentó testigos que así lo acreditan.

En tanto, en declaraciones radiales, relató que en la vivienda de la calle Kiernan “donde se dice que estuvo secuestrada Candela, la actividad de la dueña de la casa era ejercer la prostitución” y que “el contenido del teléfono celular de Bermúdez así lo señala”.

Agregó que su defendido “mantenía una relación hace un tiempo con una tal `Pato`, una mujer del barrio, y con la madre de ella, que eran conocidas de la persona de la casa rosa”, en alusión a Cabrera.

“Las dos conocían a la mujer de la casa rosa y a lo largo del tiempo se van a ir develando circunstancias de la vida privada de las personas que van a demostrar, o no, la participación de cada una con el homicidio de la nena”, evaluó.

Por otra parte, el abogado de la familia de la víctima, Fernando Burlando, había informado a Télam que Betiana Labrador, tía de Candela, iba a declarar sobre el esmalte para uñas que fue hallado semicalcinado junto a ropa quemada en la casa de la suegra de Bermúdez, pero fuentes judiciales dijeron que el testimonio no se concretó.

Los investigadores creen que en ese domicilio de la calle Cellini 4085, de Villa Tesei, pudieron haber preparado el cadáver de Candela antes de que el pasado 31 de agosto fuera abandonado completamente desnudo y dentro de bolsas de consorcio a tan sólo cuatro cuadras, en el cruce de esa calle y el Acceso Oeste.

Si bien Bermúdez -según fuentes policiales- decía que no había ido a ese domicilio, los peritos de la Policía Científica detectaron su ADN en una silla y en un atizador de madera encontrado junto a las cenizas y restos de la fogata donde se presume fueron quemadas las ropas.

Al respecto, el defensor Ferrari aseguró que Bermúdez “iba siempre” a la casa de su suegra y evaluó que “en ningún momento se acreditó que sean las ropas de Candela” y que “el esmalte se compra en cualquier kiosco”.

Si bien el plazo se vence el jueves, el fiscal pediría mañana la prisión preventiva de Bermúdez como autor material del crimen; de Héctor “Topo” Moreira como autor intelectual por una presunta venganza contra el padre de la niña; de la depiladora Cabrera y del carpintero Néstor Altamirano, sindicado “cuidador” de la niña.

La solicitud también alcanzará al albañil Alberto Espíndola, al fletero Guillermo López y el verdulero Fabián Gómez, que serían señalados como partícipes necesarios o secundarios.

Lo que aún es una incógnita es cómo el fiscal describirá que se produjo el secuestro, cautiverio y posterior asesinato de la nena y los abogados aguardan acceder a los legajos reservados que tiene la causa, donde se encontrarían las pruebas más relevantes.