Las universidades nacionales atraviesan un momento muy delicado y recién esta semana han comenzado a dictar clases después de más de 20 días de paro y multitudinarias movilizaciones en reclamo de una recomposición salarial de los docentes y de mayor presupuesto.

La Ciudad entrevistó al Rector de la Universidad Nacional de Avellaneda, ingeniero Jorge Calzoni, para conocer la situación actual en la casa de altos estudios de nuestra ciudad.

“La situación de la UNDAV es la misma que la del resto de las universidades públicas argentinas. Lamentablemente la paritaria todavía no se ha podido cerrar, pero el salario de los docentes es sólo uno de los problemas”, señaló Calzoni. “Otro tema complicado es el presupuesto de las universidades, que en algunos casos arrastran dificultades estructurales y en otros más coyunturales. Nosotros tenemos actualmente un atraso de dos meses en las partidas de gastos de funcionamiento, que incluyen servicios como la luz, el gas, papel y todo lo necesario para que la universidad funcione, y que, por otra parte, ese porcentaje es cada vez más chico. Además está el tema de las obras, que la mayoría está paralizada. No sólo no se abrieron nuevas sino que las que están en marcha tienen atrasos, lo que nos genera inconvenientes ahora y conflictos a futuro, porque los convenios se firman entre las empresas y las universidades, con lo cual, cuando pidan redeterminación de precios, también vamos a tener dificultades si no se aprueban”, explicó el Rector de la UNDAV.

Asimismo, Calzoni aseguró que, en el caso de la UNDAV, hay una problemática extra, que complica aún más el panorama en el corto plazo.

“Las nuevas universidades tienen un adicional que año a año requiere más recursos, porque la foto que se saca para el presupuesto el año anterior, no toma en cuenta una cantidad de gastos que se van sumando durante el año. Eso estaba contemplado en lo que se llama planilla B del presupuesto, algo que, por lo que se dice, este año no va a haber. Y si eso ocurre, en nuestro caso vamos a estar en dificultades para afrontar los gastos que tenemos de acá hasta fin de año”, sostuvo Calzoni.

Para tratar de paliar de algún modo estos preocupantes faltantes de presupuesto, Calzoni adelantó que la UNDAV declarará la emergencia económica y financiera, con el fin de, “por un lado, contener los gastos a nivel interno, para poder priorizar el pago de sueldos, y por el otro visibilizar de este modo la situación crítica que atraviesa la universidad”.

A los problemas presupuestarios, se agregan los “tarifazos” de los servicios públicos, que, en el caso de la electricidad por ejemplo, en los últimos años en la UNDAV supera el 1.000 por ciento de incremento. Y ni hablar de los precios de los insumos dolarizados, los cuales, con la brutal devaluación que sufrió la moneda en los últimos meses, han aumentado de una manera exorbitante. “Claramente en esos aspectos tenemos un problema muy difícil de resolver”, reconoció Calzoni.

Crecimiento en la inscripción de estudiantes
Si bien como consecuencia de la creciente crisis económica, la deserción de alumnos en los últimos dos años ha sido mayor que en años anteriores, la UNDAV mantuvo un muy buen nivel de inscripción para esta segunda parte del año lectivo.

“Fue superior a todos los segundos cuatrimestres anteriores”, aseguró Calzoni, quien informó que, con los nuevos ingresantes, los alumnos regulares de la UNDAV ya alcanzan los 17.185.

“Si bien es una muy buena noticia, porque era el número de estudiantes que preveíamos para este año en 2010, ahora nos enfrentamos a otra problemática que es la disponibilidad de aulas, porque aún no podemos tener terminadas todas las que necesitamos y nos estamos rompiendo la cabeza para ver cómo lo solucionamos”, grafico Calzoni.