Brasil: la candidata oficialista ganó con amplitud, pero habrá segunda vuelta

La candidata oficialista a la Presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, se impuso ampliamente en las elecciones de ayer, con más de 46 por ciento de los votos válidos, pero no logró evitar la segunda vuelta, en la que competirá el 31 de este mes con el socialdemócrata José Serra, que obtuvo poco menos de 33 por ciento.

Escrutado 97,79 por ciento de los centros de votación, en los que estaba registrado 98,02 del padrón total de 135,8 millones de ciudadanos, Rousseff reunía 46,63 por ciento de los sufragios válidos contra 32,75 por ciento de Serra, según informó el Tribunal Superior Electoral (TSE) en su sitio web.

Rousseff, que con este resultado queda perfilada como favorita para el balotaje, no logró superar al fundador y líder del Partido de los Trabajadores (PT), el presidente Luiz Lula da Silva, quien ganó en segunda vuelta las dos presidencias consecutivas que está a punto de terminar.

Tal vez por esa experiencia, y pese a que la mayoría de las encuestas pronosticó que Rousseff se consagraría este domingo, tanto la candidata como el mandatario restaron importancia, en las declaraciones que hicieron luego de emitir sus votos, a la posibilidad de tener que dirimir la Presidencia en el balotaje.

“Sea en el primer turno o en el segundo, quien hace un buen combate sale más fortalecido de lo que entró; ya es una victoria haber llegado hasta aquí”, dijo Rousseff.

“En Brasil es muy difícil lograr más de la mitad de los votos en el primer turno”, completó Lula, quien aseguró que continuará “haciendo política” una vez que deje la Presidencia.

En tercer lugar se ubicaba la candidata del Partido Verde, Marina Silva, con 19,50 por ciento de los votos válidos, mientras ninguno de los otros seis postulantes consiguió alcanzar al menos un punto porcentual, en un comicio en el que se registró una abstención de 18,05 por ciento del padrón y hubo 9,61 por ciento de votos en blanco o nulos.

Silva es una antigua dirigente del PT que fue ministra de Medio Ambiente de Lula durante todo su primer mandato, iniciado el 1 de enero de 2003, y parte del segundo, hasta mayo de 2008, y que sólo en agosto de 2009 se desafilió del partido gobernante, por lo que las especulaciones sobre un eventual acuerdo entre Rousseff y ella para la segunda vuelta fueron una de las comidillas del día.

De hecho, no desmintió esa posibilidad el coordinador ejecutivo del programa de gobierno del PT, Alessandro Teixeira, en una conversación con Télam cuando el escrutinio apenas comenzaba y la posibilidad de la segunda vuelta era aún incierta.

“Se verá después de ese momento”, respondió Teixeira a la consulta, en alusión al instante en que el escrutinio determinara que el balotaje fuera irreversible.

La jornada transcurrió en general con una normalidad que sólo se vio empañada por la detención del ex gobernador de Pernambuco y candidato a diputado federal Mendonça Filho, en Recife, capital de ese estado, por realizar propaganda proselitista ilegal.

Mendonça, quien gobernó Pernambuco entre abril y diciembre de 2006, fue llevado a dependencias de la justicia electoral para que prestara declaración, informó el Tribunal Superior Electoral (TSE).

Una de las notas polémicas de los comicios de este domingo fue la reciente sanción de la Ley de Ficha Limpia, que impide la candidatura de ciudadanos condenados por la justicia.

El presidente del TSE, Ricardo Lewandowski, calificó a la norma como una “revolución para las costumbres políticas brasileñas”, pero subsiste una controversia entre los miembros del Superior Tribunal Federal (STF, corte suprema) sobre si debía aplicarse en estas elecciones o debe entrar en vigencia desde las de 2012.

Ante esa confusión, algunos candidatos, como Joaquin Roriz, que fue cuatro veces gobernador de Brasilia, desistieron de presentarse a los comicios de este domingo, en tanto otros planteaban entablar demandas judiciales para defender sus cargos si resultaban electos.

La nota de color la dio el popular payaso Tiririca, quien resultó el candidato más votado de todo el país para ocupar una banca en la Cámara de Diputados, con 1,36 millón de sufragios, después de haber dicho en su polémica campaña: “Vote por Tiririca, no puede quedarse peor de lo que está”.

También se esperaba que resultaran electos en Río de Janeiro los ex futbolistas Romario, como diputado federal, y Bebeto, como diputado estadual. Ambos fueron los integrantes titulares de la delantera del seleccionado brasileño que ganó el Mundial de 1994 en Estados Unidos.

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