Avellaneda y sus primeras veces: El primer plano de Barracas al Sud

Escribe Mariano Fain.

Uno de los hombres mas importantes de los sucesos de mayo de 1810 fue indudablemente el doctor Mariano Moreno.

Quién paralelamente a su intachable vida pública, tuvo una hermosa y trágica historia de amor con su esposa Guadalupe Cuenca, una jovencita 12 años menor que él, a quién conoció en Chuquisaca. Seguramente Mariano Moreno supo que sólo la muerte podía separarlos y así fue, pero con demasiada celeridad.

La muerte logró separarlos, pero no fue la única que lo intentó la suegra de mariano Moreno la señora Manuela Cuenca lo aborrecía y lo acusaba de las peores atrocidades:
“Yo tuve la desgracia de haber casado a mi hija con don Mariano Moreno, abogado de ésta. Luego que logró enlace, se apoderó de toda mi casa, abusó de mis docilidades y, con achaque de trasladar toda la familia, se hizo dueño de plata labrada, alhajas y muebles, vendiendo unas y conservando otras, con tal ascendiente y despotiqueces que ya yo abatida y sin espíritu, callaba y sufría porque no padeciese dicha mi hija”.

Esta muerte a la que aludimos no fue natural, sino premeditada y ejecutada, por lo tanto podríamos afirmar que Moreno fue asesinado.
Esto sucedió durante en el transcurso del viaje con carácter gubernamental con destino a Inglaterra que emprendió Mariano Moreno el 24 de enero de 1811 en la fragata “Fama”.

Durante ese viaje habría sido envenenado por el capitán del buque.
Años después Manuel Moreno, su hermano lo habría comparado con Sócrates, quien murió bebiendo cicuta, castigado por buscar verdades e intentar difundirlas…
Luego de una extensa agonía falleció el 4 de marzo de 1811.

Del amor de Guadalupe y Mariano había nacido en enero de 1805 en Chiquisaca, actual Bolivia, Marianito Moreno.

Guadalupe y Marianito muchos meses después de haber ocurrido se enteraron del deceso del doctor Moreno y así loevidencian la enorme cantidad de cartas que fueron escritas estando Moreno ya fallecido:

Buenos Aires, 14 de marzo de 1811
Mi querido y estimado dueño de mi corazón me alegrare qe lo pases bien y qe al recivo de esta estés yá en tu gran casa con comodidad y qe Dios te dé acierto en tus empresas; tu hijo y toda tu familia quéda bueno (…)se me aumentan mis males al verme sin vos y de pensar morirme sin verte y sin tu amable compania, todo me fastidia, todo me entristece (…)tengo el corazón más pa llorar qepa reír, y asi mi querido Moreno, si no te perjudicas procura benirte lo más pronto qe puedas ó si no aseme llevar prqe sin vos no puedo vivir, la casa me parese sin gente, no tengo gusto para nada de conciderarqe estés enfermo ó triste sin tener tu muger y tu hijo qe te consuelen y participen de tus disgustos. (…) nuestro hijo sigue en la escuela, siempre flaquito (…)Teresa al lebantarse y al acostarse y me dice mi madre todo lo qereso en la escuela lo ofresco para mi padre, y el modo de ofrecer es diciendo estas oraciones: te ofrezco prqe le des buen viaje y lo traigas pronto.
Dios te dé muchos años de vida y salud para el consuelo, amparo y bien de ésta tu desconsolada esposa
Maria Guadalupe Moreno

Buenos Aires, 20 de abril de 1811
Mi amado Moreno de mi corazón: me alegraré que lo pases bien en compañía de Manuel, nosotras quedamos buenas y nuestro Marianito un poco mejorado, gracias a Dios. Te escribí con fecha de 10 o 11 de éste, pero con todo vuelvo a escribirse porque no tengo día más bien empleado que el día que paso escribiéndote y quisiera tener talento y expresiones para poderte decir cuanto siente mi corazón, ay, Moreno de mi vida, qué trabajo me cuesta el vivir sin vos, todo lo que hago me parece mal hecho (..)todo me parece triste, no tango gusto para nada, van a hacer tres meses que te fuiste pero ya me parecen tres años (…)no ceso de encomendarte para que te conserve en su Gracia y nos vuelva a unir cuanto antes porque ya vos me conoces que no soy gente sino estando a tu lado; sólo Dios sabe la impresión y pesadumbre tan grande que me ha causado tu separación porque aun cuando me prevenías que pudiera ofrecérsete algún viaje, me parecía que nunca había de llegar este caso; al principio me pareció sueño y ahora me parece la misma muerte y la hubiera sufrido gustosa con tal de que no te vayas.

Buenos Aires, mayo 9 de 1811
Mi amado Moreno de mi corazón, me alegraré que estés bueno, toda la familia queda buena, pero yo penando (..) esta memoria me deja sin sentidos, de pensar morirme, desamparada de mi Moreno, del único consuelo que tengo, del único padre, y del marido más querido de su mujer, y de dejar a mi Marianito, por el que te pido me hagas llevar si no se te sigue perjuicio, que yo iré gustosa aunque pase dos mil trabajos, porque como yo no aspiro más que a estar a tu lado, servirte, cuidarte, y quererte cada día más de lo mucho que te quiero, toda mi felicidad se funda en que vivas; y yo a tu lado, y así, día y noche, te encomiendo a Dios, para que te dé muchos años de vida, y nos veamos pronto; no me consuela otra cosa más que cuando me acuerdo las promesas que me hiciste los últimos días antes de tu salida, de no olvidarte de mí, de tratar de volver pronto, de quererme siempre, de serme fiel (..)nuestro Marianito está muy mejor del empeine que tenía en la cabeza; se le hizo un nacido allí mismo y le ha reventado, con eso se le ha quitado el empeine, ya sigue en la escuela de donde lo retiré por las evacuaciones y desgano de comer; que los médicos Argerich y Capdevila decían que tenía lombrices, lo cierto es que mi hijo ha sanado con emplastos y remedios caseros, ahora come bien, está de buen semblante, y repuesto pero muy regalón conmigo, me hace cuco con su vida y me dice, si me muero yo veré quien la consuela ahora que no está mi padre (…) muchas veces me desahogo las noches en mi cama porque hasta ahora no se pasa una sin soñar con vos; apago la vela y miro por todos lados y no te encuentro me parece que estoy desterrada, me veo sola, digo sola porque aunque duerme Marianito, en el aposento estoy sola siempre, porque tu lugar nadie lo ocupa ni quien me alegrara como vos; cuando estaré a tu lado, ay mi Moreno de mi corazón, no tengo vida sin vos, se fue mi alma y este cuerpo sin alma no puede vivir y si quieres que viva venite pronto, o mandame llevar
Buenos Aires, 25 de mayo de 1811

Mi querido Moreno de mi corazón, me alegraré que ésta te halle con perfecta salud como mi amor lo desea: yo, Mariano y toda la familia quedamos buenas, pero yo extrañándote cada día más y más, y deseando con ansia recibir carta tuya, saber de tu salud, y sentir los trabajos que habrás tenido en un viaje tan largo, ya que no te los he ayudado a pasar. (…) Nuestro Marianito está ya bueno y acaba de encargarme que te ponga memorias, que te vengas pronto (…)

Buenos Aires, junio 9 de 1811
Mi querido Moreno de mi corazón, me alegraré que lo pases bien: yo y toda la familia quedamos buenas, pero ya te puedes hacer cargo como estará mi corazón con tu ausencia y cada día se aumenta más mi pesadumbre al ver que se cumplen cuatro meses, diez y ocho días, de tu salida, y todavía no tengo el consuelo de recibir carta tuya; unos ratos le pido a Dios paciencia para esperar tus cartas y tu vuelta, otros ya me parece que me has olvidado, que ni por la imaginación se pasa tu Mariquita, con estos y otros pensamientos, todos tuyos, me paso los días y las noches; desahogo mi corazón con llorar; no tengo más desquite que mis lágrimas, pero después de atormentarme con estos pensamientos, te pido perdón, y me acuerdo lo que siempre me decías que siendo yo buena con vos lo habías de ser conmigo: sí, mi amado Moreno, sí lo soy y lo seré hasta mi muerte, pero mi querido Moreno si ves que tu comisión es para largo tiempo mándame llevar; sabes muy bien la vida llena de amargura que estoy pasando sin vos, llorando me paso las noches, con el silencio me parece que mis sollozos han de llegar a tus oídos, me parece que me preguntas de qué lloro, que me das un abrazo, en fin, mi vida, para no molestarte más, conoces muy bien lo mucho que te amo para creer todo y mucho de lo que mi lengua no puede explicarte por su rudeza: nuestro Mariano sigue en la escuela, sabe de memoria poco menos de la mitad del catecismo, anoche le estaba yo contando del hijo pródigo y se echó a llorar, le pregunté de qué lloraba, y me dice, ay, mi madre, dónde estará mi padre, cuándo lo veré y a lamentarse, que me parte el corazón cada cosa de estas .

Buenos Aires, julio 1 de 1811
(…) nuestro Marianito, se acuerda mucho de vos y te extraña más todos los días, con que mi querido Moreno ven pronto, sino lo queréis hacer por mis ruegos hacedlo por nuestro hijo, y acuérdate de las promesas que me hiciste antes de embarcarte
Ese niño al que hacen alusión a las cartas, aquel que rezaba por su padre, que lo extrañaba, lo lloraba, se enfermaba, aquel que iba a ser criado sin la presencia paterna,era Marianito Moreno quien sería el encargado décadas después de realizar el primer plano de Barracas al Sud.

El hijo del secretario de la Primera Junta de gobierno
Marianito Moreno curso sus estudios en Buenos Aires graduándose de agrimensor. Trabajó como empleado de la biblioteca de la Provincia de Buenos Aires y se desempeñó como encargado de la Secretaría General del Ejército en la Guerra del Brasil. Participó en la decisiva batalla de Ituzaingó y por sus diferencias con el régimen rosista permaneció durante ese período en un exilio que lo llevó a residir en Uruguay y Brasil.

Producida la caída de Rosas luego de la batalla de Caseros retorna al país y allí se le asigna la misión de realizar el plano de Barracas al Sud. Dicho plano fue aprobado por la provincia de Buenos Aires el 10 de octubre de 1855.

El plano preveía el emplazamiento de 180 manzanas y cinco plazas. El tiempo y los hombres han superado conjuntamente toda planificación, hoy avellaneda tiene mas de 3.000 manzanas…

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