Avellaneda y la Cultura del Trabajo

Escribe Claudia Fernández Larrain.

Pasando las hojas de un viejo diario del Archivo Histórico Municipal «Federico Fernández Larrain», se desvanecen ante mi mirada títulos y fotos que muestran a una Avellaneda envuelta en el sudor del trabajo. Parece que todo paso hace mucho tiempo, tanto que hasta los mismos avellanedenses parecen haberlo olvidado. Solo algunos mayores recuerdan con nostalgia fábricas que ya no pertenecen al paisaje urbano de la ciudad, el humo gris se desvaneció como desaparecieron los muros de la Compañía General de Fósforos, el Frigorífico La Negra y otras tantas. Recientemente ví caer las ultimas construcciones de la vieja Tamet ubicada en la calle Bosch.

Hace poco tiempo, un amigo me comentó sobre una antigua fábrica, que había quedado como detenida en el tiempo, sin pensarlo mucho decidí ir en breve ir a visitarla. Nunca me imaginé que a tan pocas cuadras del centro de esta ciudad iba a encontrar un lugar que movilizara tanto mi nostalgia.

Hace un poco más de cien años fue inaugurada y al día de hoy se ingresa por el viejo portón que al abrirse nos muestra un patio abierto adoquinado rodeado por malvones en flor. Sentí una profunda emoción cuando ví que las centenarias maquinas funcionaban por transmisión de poleas, que allí había olor a trabajo, y me imaginé a trabajadores que ya no están, en su mayoría inmigrantes por lo que pude observar en los viejos libros de la fábrica. Pero mi emoción fue mayor cuando me encuentro con uno de los muchachos, de apellido Moyano que nos va guiando por los distintos sectores, explicando las tareas que allí se realizan. Mi mente por entonces desvariaba, esto no puede desaparecer, esto es pasado, pero también es presente, un presente para estos trabajadores que decidieron poner el pecho para defender su fuente de trabajo y su corazón para proteger todo lo que allí había.

En el recorrido por los distintos sectores y para despuntar el vicio, iba guardando en mi mente los distintos elementos que podrían conformar un museo. Temí por un momento preguntarle si acaso no les gustaría armarlo, sí, el primer museo relacionado con el trabajo y los trabajadores. La mirada atónita de Moyano me sorprendió y rápidamente contestó, es una idea maravillosa, lo trataremos en la próxima Asamblea, y así fue como esto que en mi mente parecía una ilusión se convirtió en realidad.

Hoy Jose Satti y Claudia Fernández Larrain, son los que Coordinan el proyecto junto a los trabajadores, ya está asignado el lugar y están los elementos, dentro de unos meses Avellaneda contará con un nuevo Museo, el «Museo y Archivo de la Cooperativa de Trabajo Ancla Ltda.» La tarea principal de esta fábrica es hacer cadenas, paradójico es pensar que la unión de estos eslabones que forman una cadena es la que ellos mismos concibieron para proteger su sustento, no es lejano pensar que la historia es eso, una unión consecutiva de eslabones que unen lo pasado con el futuro.

Escribe Claudia Fernández Larrain
Titular del Museo y Archivo Histórico
Municipal «Federico Fernández Larrain»

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