“Lo clave es que las llamadas se cortan, más allá de que uno esté quieto en el lugar o no, se interrumpen de forma permanente, obligando a realizar tres o cuatro veces la llamada, lo que significa mayores ingresos para la telefónica”, indicó Pablo Perelmuter.

Remarcó que en la actualidad “la reinversión es muy baja” en el servicio, y afirmó que “después de 2001, las telefónicas se dieron cuenta que por más que no invertían, igual seguían facturando”.

Señaló a radio Rivadavia que “la realidad es que (las telefónicas) no están invirtiendo lo que tendrían que invertir, colocando la cantidad de radio base que habría que poner para enfrentar el aumento de la demanda”.

Además puntualizó que “el usuario está muy desprotegido porque siempre termina hablando con una computadora”, pero remarcó que “si se atrasa en el pago, le cortan el servicio”.

“Nosotros somos conscientes en cómo se degradó la calidad del servicio; a partir de no ampliar, no solo en cantidad sino en calidad, fueron bajando los estándares y hoy tenemos la realidad que tenemos que las comunicaciones se cortan”, sostuvo Perelmuter.

Insistió con que “la gran dificultad que hay hoy para enfrentar la demanda es la falta de inversión de las telefónicas”.