Arqueros rojos de primer nivel

Escribe Antonio J. González.

Aún conservo en los oídos y en la memoria las exclamaciones de mis tíos, mis vecinos y mi familia toda, que eran “rojos” de alma. Las hazañas del “Tarzán” rojo eran el pan semanal de los comentarios callejeros, un héroe en toda la historia de Independiente en ese puesto. Ingresó al club en 1933 desde su Pergamino natal y de inmediato se convirtió en titular indiscutido del puesto. De magníficas condiciones naturales, gran físico, excelente ubicación, extraordinaria seguridad de manos, notables reflejos y una serenidad asombrosa frente al peligro inminente del gol. No tardo en integrar la Selección Nacional donde jugó mucho tiempo. Fue uno de los pocos que logró detenerle un penal a Bernabe Ferreyra, el célebre cañonero de Ríver Plate cuyos remates doblaban las manos de los arqueros. Su idolatría se robusteció también con su carisma y con su figura elegante. Por ello se lo recuerda en la ciudad y en el mundo futbolero como una figura histórica.

Marcó escuela, porque el Club Independiente conserva ese espíritu bajo los tres palos y ha cobijado a varios jugadores que dieron prestigio –como Bello- a la valla roja. Son muchos los nombres, pero separamos como ejemplo de esta crónica a tres sucesores de “Tarzán”. Luis Alberto Islas, “Osky” Ustari y Miguel Angel Santoro.
Uno de los máximos ídolos de la hinchada de Independiente fue Luis Alberto Islas.
Durante su larga trayectoria en el Rojo, el arco estuvo bien cubierto. A los rivales siempre se les hizo muy difícil vencerlo, además su personalidad dentro de la cancha ayudaba para ordenar al resto del equipo. Llegó a Independiente en 1986 proveniente de Estudiantes de La Plata, pero nacido futbolísticamente en Chacarita.

“Osky” Ustari fue fichado por Independiente, donde hizo las divisiones inferiores. Recibió entrenamiento por parte del entonces entrenador de arqueros del club Pepé Santoro. El fallecimiento de los también arqueros juveniles Lucas Molina y Emiliano Molina aceleró dramáticamente su ascenso dentro del equipo. En 2003 fue el arquero titular de la Selección Argentina Sub-17 que se coronó campeona en el Campeonato Sudamericano Sub-17 de 2003 en Bolivia.

Miguel Angel Santoro fue uno de esos arqueros que marcaron una época, de los que se miraban para copiar. Tanto que hoy es un especialista en preparar chicos para cuidar los arcos. En el club de toda su vida, donde atajó 343 partidos, Pepé ya se dio el gusto de ser el formador de distintos arqueros que al mismo tiempo han sido los dueños de los palos en las tres selecciones juveniles (Sub 20, Sub 17 y Sub 15).

“Ese es el orgullo más grande” Nacido en Sarandí el 27 de febrero de 1942, hijo de un recordado arquero de Ferro Carril Oeste, “Pepe” soñaba con llegar al arco rojo.
Estar con autoridad debajo de los tres palos rojos es una responsabilidad, un legado y un trofeo.

ajgpaloma@gmail.com

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