Respecto de estas acciones punitivas, el director de Arba, Martín Di Bella, explicó que “la clausura es una medida prevista en la legislación para sancionar a los incumplidores”, y afirmó que “muchos de estos contribuyentes decidieron mantenerse en condición irregular a pesar de las reiteradas intimaciones que recibieron”.

Las infracciones que motivaron las clausuras fueron, entre otras, la falta de presentación de declaraciones juradas y comprobantes de pago, la no emisión de factura o ticket, la inexistencia de certificado de domicilio y el uso de métodos de registración incorrectos. Además, hubo tres casos en los cuales los comerciantes ejercían su actividad económica sin estar inscriptos siquiera como contribuyentes.

En cuanto a los rubros de los negocios sancionados, Di Bella subrayó que “se trata de comercios dedicados a la venta de indumentaria, insumos para computadoras, tapicería y gastronomía, entre otros”. Además, el titular de Arba resaltó que las clausuras en estos lugares se extendieron por cuatro días, y los propietarios de los comercios recibieron multas que van de $4 mil a $10 mil.

Durante el receso invernal, Arba puso en marcha un amplio conjunto de acciones en puntos turísticos de la Provincia que incluyeron la labor de 300 inspectores. Los controles vinculados al Impuesto sobre los Ingresos Brutos se centraron en establecimientos comerciales y contribuyentes que representaban interés fiscal para el organismo. En tanto que otras fiscalizaciones apuntaron a detectar construcciones clandestinas y el transporte ilegal de mercaderías.