Apuran en Italia la votación del ajuste que exige Europa

El Parlamento italiano se lanzó en una carrera contrarreloj para aprobar antes del lunes un plan de ajuste exigido por la Unión Europea (UE), en medio de persistente desconfianza de los mercados pese a la promesa de renuncia del primer ministro Silvio Berlusconi.

En una reunión de emergencia, los presidentes de la Cámara de Senadores y Diputados acordaron votar el plan el viernes en el Senado, donde el gobierno tiene un cómodo control, y el sábado o domingo en la Cámara de Diputados, donde Berlusconi perdió ayer la mayoría indispensable para seguir en el poder.

El terremoto político que sacude a Italia desde hace una semana desató hoy una nueva alarma en los mercados luego de que la prima de riesgo de los bonos del país se elevara a 574 puntos básicos, lo que la situó al mismo nivel que obligó a la UE a aprobar “rescates” financieros para Grecia, Irlanda y Portugal.

Un día después de perder su mayoría en el Parlamento y de verse obligado a prometer su dimisión cuando se apruebe el plan de ajuste, Berlusconi aseguró hoy -además- que no será candidato si la crisis deviene en la necesidad de celebrar elecciones anticipadas.

Presionadas por las autoridades de la zona euro, las cámaras del Parlamento deben votar una enmienda a una “ley de estabilidad” que incorpore compromisos asumidos días atrás por Roma con la UE y el Banco Central Europeo (BCE) en una cumbre en Cannes, incluyendo privatizaciones y una discutida reforma jubilatoria.

Los plazos de aprobación del paquete legislativo se fijaron después de que el ministro de Economía, Giulio Tremonti, presentara hoy en la Comisión de Balance del Senado el texto de la llamada “maxienmienda”, un texto cuyo contenido se desconocía hasta ahora y que llegó a la comisión tras numerosos retrasos.

El senador del opositor Italia de los Valores (IDV), Elio Lannutti, afirmó que la “maxienmienda” incluye planes de modificar el Estatuto de los Trabajadores para abaratar los despidos, un punto que rechazan los sindicatos italianos.

Los partidos de oposición presentes en Diputados aseguraron su “disponibilidad a trabajar para que la ley de estabilidad resulte aprobada durante esta semana”, señaló hoy a la prensa Dario Franceschini, jefe de la bancada en Diputados del Partido Democrático (PD, centro-izquierda), principal fuerza opositora.

En tanto, el presidente, Giorgio Napolitano, aseguró que “no hay ninguna incertidumbre” de que Berlusconi dimitirá luego de que se aprueben las reformas exigidas por la UE y precisó que las opciones son “un nuevo gobierno en poco tiempo o la disolución de las Cámaras” para comenzar “enseguida” una campaña electoral.

Si no se forma “en breve” un nuevo gobierno, Napolitano aseguró que disolverá el Parlamento y convocará nuevas elecciones, que se calcula podrían ser en febrero, informó la agencia de noticias Europa Press.

El presidente buscó disipar los temores acerca de que pueda proclamarse en Italia “un prolongado periodo de inactividad gubernamental o parlamentaria”, y subrayó que esa interpretación es “infundada” ya que “es posible aprobar en cualquier momento decretos de urgencia”.

Luego, en línea con lo exigido por Schifani y Fini, agregó que la ley de estabilidad, que contiene las medidas aprobadas por Bruselas, deberá aprobarse en el Parlamento “en los próximos días”.

Sin embargo, el enorme volumen de la economía italiana -es la tercera economía de la región- dificultan su rescate y amenazan la supervivencia de la moneda única, el euro, según analistas.

El ministro italiano para el Cumplimiento del Programa de Gobierno, Gianfranco Rotondi, advirtió que el gobierno necesitará “hasta tres semanas” para conseguir la aprobación en el Parlamento del plan de ajuste exigido por la UE.

“Creo que necesitaremos de entre dos a tres semanas”, dijo Rotondi al canal de televisión Sky TG24.

Napolitano recordó que después de la aprobación de las reformas iniciará el periodo de consulta con todos los jefes de partido para tomar una decisión acerca del futuro político italiano.

Berlusconi, en tanto, quien ayer perdió su mayoría parlamentaria en una votación sobre la rendición de cuentas del Presupuesto 2010, dijo también hoy que no será posible formar un nuevo gobierno sin convocar a elecciones anticipadas, aunque descartó candidatearse para estos eventuales comicios.

“Ya que no son posibles otras mayorías (parlamentarias), veo nuevas elecciones en febrero, en las cuales no seré candidato”, sostuvo el jefe de gobierno, en entrevista con el diario La Stampa.

Su renuncia, anunciada para después de que se apruebe la ley de estabilidad y saneamiento en Italia, “es definitiva”, agregó en declaraciones que también reproduce la agencia de noticias DPA.

La promesa de renuncia no logró poner paños fríos al termómetro económico italiano, ya que a la prima de riesgo récord se sumó una caída generalizada de las bolsas europeas, con especiales caídas en las acciones del sector financiero, según datos de la agencia de noticias Bloomberg.

La MIB de Italia operaba con una baja del 2,5 puntos porcentuales.

La alarma se extendió -aunque en menor medida- a los títulos de España, la otra gran economía de la zona euro que está bajo la lupa de los mercados, donde la prima de riesgo volvió a superar los 400 puntos básicos, tras tocar cerca del mediodía local los 413 puntos básicos.

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