A 25 años de la desaparición física del Dr. Dante Oscar Tortonese

Recordatorio de su hija Darcy Tortonese.

Antes se ocupaba de recordarlo su entrañable amigo Dr. Dante Emanuel, que ya no está, como tantos de su generación que ya han partido. Hoy me toca a mí, su hija.

Dante Oscar Tortonese desarrolló una obra singular en el campo de la acción comunitaria, en el área de la salud y en la fecunda labor en favor de la cultura avellanedense, muy especialmente en Gente de Arte de Avellaneda de quien fuera Presidente, y muchos años en Instituciones como la Cofradía de la Amistad, el Círculo Universitario, el Pueblo Unido, Avellaneda Automóvil Club (AAC) y otras tan importantes como éstas que lo contaron entre sus directivos.

Hace cinco años se cumplió la promesa de darle el nombre de mi padre a una de las esquinas de Avellaneda por decreto u ordenanza expedida por  el Concejo Deliberante.   

 El 26 de octubre de 2007 se colocó el cartel indicador en la esquina de 25 de Mayo y Av. Mitre a metros de donde tenía su consultorio. Lamentablemente manos anónimas hace tiempo que arrancaron ese cartel y NADIE ha tenido la ocurrencia de reponerlo. ¿Quién debe ocuparse de hacer cumplir la ordenanza municipal?.

El Club Independiente también dio el nombre de Dante Tortonese a su cancha de tenis y hace años que el salón mayor de Gente de Arte fue bautizada Dr. Dante Oscar Tortonese.  

Es lo que corresponde para un hombre multifácetico que se brindó como médico y como legislador a la comunidad avellanedense.

Fue violinista, compositor, mecenas del arte, diputado nacional, escritor y médico.  Como médico no sólo atendió la salud física de sus pacientes sino que éstos siempre encontraron el oído del profesional atento a las inquietudes del alma. Fue creador – fundador de salas de primeros auxilios de Dock Sud y Echenagucía.

Como músico se costeó la carrera de Medicina tocando el violín en el  cine- teatro Roca. Compuso, entre otras,  la música de  «Sangre maleva» con Platas – Velich que quedó en el acervo popular como «El Batidor». Compuso también innumerable valses y marchas, una muy conocida en otras épocas -en colaboración- la marcha a Garibaldi (que no era el personaje, sino un perrito así bautizado).

Como Diputado Nacional  elaboró el proyecto de ley, que luego se sanciónó y fue conocida con ley del 82% móvil; integró la Comisión investigadora del famoso caso Satanosky y logró  la cesión de predios del Estado para Gente de Arte de Avellaneda, para el CAI y para la Asociación Cristiana de Jóvenes, entre otros múltiples proyectos.

Escribió obras sobre la sífilis en una época que las enfermedades venereas estaban a la orden del día.

Ayudó a que trascendieran pintores que después serían famosos. Fue médico personal de Miguel Carlos Victorica y amigo  de Quinquela Martín, Lopez Grela y Vergotini entre otros, que le obsequiaron  sus obras y lo hicieron poseedor de una de las pinacotecas más importantes del país.

 Recordarlo hoy es un homenaje merecido ya que honrar la memoria de los hombres y mujeres que han brindado su tiempo y esfuerzo para el crecimiento cultural de las instituciones locales es una  de las maneras  mas eficaces  de conservar y  afianzar la identidad de los pueblos.

Darcy Tortonese

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