Seguros: qué les falta a las Pymes?

En la Argentina, existe poca cultura del seguro y la prevención. En el caso de las PyMEs, esta variable se suma a la vulnerabilidad que caracteriza al sector ante los cambios económicos y financieros. En este sentido, las PyMEs tienen su propia dinámica en relación a la contratación de pólizas de seguros. Aunque todavía se ve el costo del seguro como un gasto y no como una inversión para resguardar el patrimonio”, la mayoría de las veces toman sólo los seguros obligatorios -de Vida o Riesgos del Trabajo y automotores- sólo el 15% de las pequeñas empresas y los comercios están adheridos a seguros básicos, las medianas empresas están mejor informadas y por lo tanto contratan más y en mejores términos estos seguros. Sin embargo, en ocasiones desconocen que muchos riesgos los pueden transferir a las aseguradoras y en general, las PyMES se encuentran en una situación muy precaria en relación a la contratación de pólizas.

Es necesario que las empresas consideren que cuidar su patrimonio es garantizar su permanencia. Frente a un siniestro es poco lo que una PyME puede hacer si no cuenta con una aseguradora para reparar el daño”, es de suma importancia buscar un buen asesoramiento porque depende el ámbito en el que se desarrolle la empresa para considerar la conveniencia de tomar un tipo de seguro y no otro. “No es lo mismo una PyME que esté en el sector de la construcción y montaje que otra que se dedique a prestar servicios o sea un elaborador de alimentos”.

La falta de información acerca de los seguros es un punto crítico. No existe un trabajo alrededor del tema en aquellos organismos oficiales y cámaras vinculadas al sector que brinden una orientación al pequeño empresario. Los seguros pueden dividirse en obligatorios y no obligatorios. Dentro de estos últimos, existen algunos que puede ser conveniente que la PyME considere contratar para adquirir mayor resguardo para sus prácticas, como por ejemplo el Seguro de Vida de la Ley 20.744 (contrato de trabajo) y los Seguros Integrales de Comercio e Industrias o Todo Riesgo Operativo. Estas ofrecen diversas coberturas: incendio (edificio y contenido), robo, cristales, responsabilidad civil, seguro técnico, entre otras, que respaldan el patrimonio de las mismas.

“Muchas pequeñas empresas no contratan los Seguros Integrales de Comercio e Industrias por considerar que los mismos son onerosos. De evaluar exhaustivamente la relación costo/beneficio sin duda muchas optarían por asegurarse”. Otras pólizas que deberían tomar son las referidas al Transporte, Responsabilidad Civil, Pérdida de Beneficios, ect.
Existe otro tipo de seguros que no están tan difundidos y sin embargo sería conveniente que las PyMEs consideraran. Uno de ellos es el que se enmarca como Responsabilidad Civil por Daños a Terceros Emergentes de la Actividad y la Responsabilidad de Directores o Gerentes. También podemos mencionar la cobertura que se conoce como Pérdida de Beneficio que normalmente supera al daño material directo en un 150 a 200%. Mientras el seguro de incendio ampara los daños producidos en los bienes (edificio y contenido), esta cobertura cubre gastos de explotación no recuperables como consecuencia de un siniestro de incendio. Cada empresa o comercio evalúa sus necesidades y el seguro cubre los riesgos que se establezcan previamente. Algunos de los mismos son: pérdida de beneficio bruto, sueldos y jornales, servicios, publicidad, alquileres etc.

Ser una pequeña o mediana empresa, y posicionarse en el mercado, no es tarea fácil. Contratar un seguro tampoco es sencillo. En la rueda económica, la exigencia de una rentabilidad en el corto plazo conduce a las PyMEs a tomar decisiones que muchas veces les juegan en contra. De allí la importancia de analizar la posibilidad de aspirar a un crecimiento sólido que contemple entre otros aspectos la protección del patrimonio.

A grandes rasgos, estas serían algunas de las coberturas más importantes que deberían contratar la mayoría de las empresas, igualmente para estar bien asegurado, no sólo se debe contratar una póliza sino que la misma cubra la totalidad de los bienes propios y de terceros a cargo, como los posibles reclamos que pudiera recibir, con sumas aseguradas que coincidan con los valores a riesgo y se actualicen periódicamente, contemplando cláusulas de ajuste automático con porcentajes adecuados y que las clausulas adicionales, cubran todas las alternativas que puedan presentar un siniestro incluyendo los riesgos por el cambio climático y siempre contar con el asesoramiento profesional de un Asesor de Seguros especializado.

Errores frecuentes
• Considerar la contratación de un seguro como un gasto y no como una inversión.

• No asegurar el valor real de los bienes: propiedades, maquinarias, instalaciones y mercadería.

• Ajustarse sólo a contratar aquellos seguros obligatorios por ley y/o reglamentaciones sin evaluar los posibles beneficios de ampliar la cobertura.

• No realizar un análisis en detalle de los posibles riesgos a los que está expuesta la empresa según su actividad, ubicación, cantidad y características del personal, etc.

• No tomar en cuenta el nivel patrimonial de la compañía aseguradora.

• No realizar un seguimiento de pagos y cláusulas especificas sobre el programa de seguros de proveedores sobre los cuales la empresa puede tener que responder solidariamente a futuro

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