«Cómo reconocer una familia sana»

La Liga de Madres de Familia Diocesana Avellaneda – Lanús envía la siguiente reflexión: «En la familia sana, los padres son capaces de dar un buen soporte emocional y estimular la individualidad y la autonomía de sus hijos.
La comunicación esta basada en el diálogo que significa saber escuchar y ser escuchado, poder tener en cuenta el punto de vista del otro.

La comunicación entre sus miembros es fluida y se realiza con mensajes claros; si en algún momento produce confusión, la familia tiene capacidad de hablar de aquello que está ocurriendo; hay respeto por la intimidad personal y de la pareja.

Hay espacio para las diferencias, las discusiones, la creatividad, el error, se permite expresar puntos de vista y sentimientos propios que son diferentes a los de los otros miembros.

En la familia sana se evitan los secretos porque sus miembros pueden comunicarse abiertamente. El clima emocional de las familias sanas suele ser positivo y espontáneo, sus miembros son capaces de compartir tanto lo bueno como lo doloroso.

Aunque se den momentos de malestar, discusión, hostilidad, predomina el sentimiento profundo basado en amar y ser amado.

Las familias sanas van transitando las etapas de la vida de forma, que los hijos al crecer van tomando su propio rumbo y aunque mantienen el vínculo con sus padres, viven su propia vida.

En las familias disfuncionales el poder es muy rígido, inflexible y monopolizado en un progenitor, este es conocido como dominante y el otro como sumiso.
En ocasiones hay luchas por el poder entre ambos padres intentando involucrar a los hijos, esto establece un vínculo muy intenso con un hijo mientras que el otro mantiene un distanciamiento con éste.

Debido a que la pareja tiene serios conflictos, alguno de ellos puede pretender compensar la falta de una buena relación entre ellos vinculándose en forma excesiva con uno o varios hijos, cuando esto ocurre el hijo que se encuentra fusionado con el progenitor puede tener dificultades en el desarrollo de su personalidad.

La comunicación es confusa emitiendo mensajes contradictorios, tiene dificultad para relacionarse, los miembros no se escuchan mutuamente, sino mas bien se utiliza al otro para escucharse a si mismo, si la familia es muy aglutinada su relación con el exterior es muy cerrada y se crea un clima emocional tenso y sofocante.
Las familias disfuncionales al ser muy rígidas tienen gran dificultad en aceptar cambios, separaciones y pérdidas, esta rigidez las hace muy frágiles y vulnerables por lo que se ven obligado a protegerse y defenderse del cambio a través de secretos y mecanismos de negación.

«El Papa Francisco pide a las familias que sientan la responsabilidad de su misión en este tiempo tan confuso e inquieto».»

Liga de Madres de Familia Diocesana Avellaneda – Lanús
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