El que vive en una unidad familiar, no puede vivir exclusivamente para sus intereses, porque en este caso estaría provocando dentro de la familia, puestos vacíos, así como también superposiciones y encontronazos más dolorosos todavía.
La familia es fundamental como ayuda para las personas que están haciendo algún tratamiento psicológico. En general, uno sólo suele hacer tratamiento, pero con frecuencia sucede que los demás integrantes de la familia, también suelen necesitar terapia. No existe quién pueda ayudar como así también obstaculizar el bienestar de una persona, como aquellas personas que mantienen vínculos con la persona en tratamiento, en relación con su historia presente y su futuro.
Un problema existe en el ámbito del contexto en que se presenta, y el contexto mas importante son las relaciones con las otras personas que son significantes para nosotros. Cuando estas relaciones cambian, la persona cambia. Como grupo principal de ayuda mutua, la familia es la unidad fundamental de la sociedad en la práctica de la tolerancia, la compasión y el amor.
La familia es un grupo de ayuda en el que por ejemplo, los hijos pueden ayudar a los padres, a los tíos y a las tías, tomar las riendas de la situación, en donde los abuelos también sean capaces de asumir responsabilidades, en definitiva, donde todos puedan ayudarse recíprocamente.
Muchas familias necesitan ser reorganizadas como un grupo de ayuda mutua, ya sea en forma directa, indirecta, explícita ó metafóricamente. La familia es una red, y no siempre está organizada de manera jerárquica, por ejemplo, muchas veces uno de los cónyuges se apoya en un hijo para ayudar al otro cónyuge, ó por ejemplo muchos hijos ayudan a sus padres a permanecer juntos.
Es decir, una familia puede ser una organización complicada ya que entre sus miembros puede haber, padres e hijos, padrastros e hijastros, tíos, primos, amigos de la familia, vecinos y miembros de la comunidad, y cuando la familia esta desorganizada, hay que pensar y evaluar quien puede poner en marcha los cambios, y quien puede ayudar a quien.
Existen disposiciones jerárquicas obvias, en general, los padres ayudan a los hijos, los abuelos ayudan a los padres y nietos, pero también hay otras posibilidades, que los padres se ayuden entre sí, que los hijos puedan ayudar a los padres, y los padres puedan ayudar a los abuelos.
Los daños psíquicos que en una persona pueden causar por ejemplo, el exceso de trabajo, o la desocupación, o el estrés, o el vacío de sentido de la vida, etc., significan para la familia entera, disfunción y choque de funciones entre los miembros de la familia.
Estas disfunciones, dañan y perjudican, y las personas pueden fracasar, tanto por los daños psíquicos personales, como por deseos divergentes de los miembros de la familia con respecto a las funciones.
La cohesión dentro de la familia, significa ser conciente del propio rol, y en ese rol, pase lo que pase, por ejemplo, si la situación económica es mala, cada uno de los miembros debe ayudar a mejorarla, si un miembro de la familia es pequeño, débil, está enfermo ó es anciano, los miembros de su familia deben hacerse cargo de su protección, y dividirse el trabajo entre todos. Es decir, que cada uno, debe tener en cuenta a los otros, si quiere vivir en una familia estable y feliz.
Ningún adulto está obligado a constituir una familia, pero quien lo hace, tiene que incluir la conveniencia de los demás en su orientación de valores interna, e incluso anteponerla a sus propios centros de interés, y a sus objetivos vitales, de lo contrario asistirá al desmoronamiento de la familia. Estas apreciaciones, por evidentes que parezcan, tienen su gravitación, ya que desde que el egoísmo y las exigencias de las personas modernas adquirieron niveles desorbitados, no es muy común en la actualidad, pensar en la familia como prioridad. La familia no es una simple agrupación de personas de diferentes edades, con algún grado de vínculo entre sí, sino, la familia es una estructura social muy particular, que resulta verdaderamente, insustituible.
En la familia sana, todos los miembros que la conforman, tienen una función plena de sentido. La familia es más estable, en tanto exista más capacidad manifiesta en los miembros que la componen para armonizar sus funciones, con las circunstancias de los otros.
En el caso contrario, en el que cada miembro prescinda de los demás integrantes, y organice su propia vida de manera egoísta, se produce una unidad familiar que puede llegar a tener armonía por casualidad, pero no como regla general.
Licenciada en Psicología
Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
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