Pasamos una pandemia — el COVID 19. Fue duro, pero podemos decir con orgullo que el gobierno, entonces recién asumido, tomó las riendas de ese flagelo y logró que ningún argentino muriera en las calles, sin atención.
Después vinieron otros latigazos: una prolongada sequía y una guerra ajena que sin embargo nos impactó. Pero el más más doloroso latigazo fue la pérdida de rumbo de un gobierno popular. Digamos que no se cumplieron los objetivos de Justicia Social y Soberanía, por lo que estábamos esperanzados quienes votamos a Fernández y Fernández.
Quizás faltó la firmeza, la que se tuvo durante el azote de la pandemia, faltaron agallas, faltó convencimiento y acuerdo interno entre los Fernández. Son temas a analizar con responsabilidad, y sin dejar pasar el tiempo porque al COVID 24 ya lo tenemos atacando.
Esta enfermedad se contrajo gracias a un bicho interno, y que permitimos crecer. Bicho que contaminó mentes y se introdujo en las urnas. Y ese bicho, con tergiversadas promesas de libertad y castigo a la castas políticas, ganó. Y nos vacunó con los bichitos derrotados de la pandemia macrista. Los bichitos, sin embargo grandes perdedores en estas elecciones, son los que salieron terceros. Son los que nos llevaron al endeudamiento y empobrecimiento. Los que entraron los dólares que los buenos del FMI les prestaron y que no sabemos dónde están. Pero esos dólares los debemos. ¿Realmente los debemos los argentinos?
Ahora están al frente del gobierno de la mano del bicho ganador. Continuando con su nefasto plan de loteo del territorio argentino, Nuestro Territorio Argentino. Como una simple inmobiliaria que ofrece a bajo costo los terrenos, con todas sus riquezas. Nuestras Riquezas a cambio de una comisión que les depositará andá a saber en qué paraíso fiscal.
Para cumplir esos objetivos no necesitan ni de nuestra cultura, ni de nuestra ciencia, ni tecnología, ni educación, ni salud, ni que los argentinos se vistan, trabajen, se diviertan, y coman. Si morimos de hambre mejor, así les serviremos de abono para las tierras que ellos, los más colonizados, saquean como en tiempos de la colonia, que pareciera que nunca dejamos de ser.
No tienen por qué ser ni justos, ni solidarios. La Casa Rosada pasó a ser un retablo donde estos bichitos se mueven manejados por los titiriteros de la ambición y del poder.
No importa si colaboraste infectando las urnas con este nefasto bicho. Date cuenta que te dejaste infectar. Es tiempo de unión, de apoyar a las instituciones, de exigirles a nuestros representantes en el Congreso que se respete la constitución, y que bajo ningún punto de vista se aprueben esos nefastos, ilegales y anticonstitucionales DNU y Ley Ómnibus.
Es tiempo de salvar La Patria. Nuestra Patria. Nuestra Argentina.
Raúl Tosso
16 de enero de 2024