9 de julio 1816 – 2024

Por Antonio Hugo Caruso.

 

 “Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia, que regla nuestros votos, declaramos solemnemente a la faz de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. (…) *

Si buscamos en el diccionario la palabra Independencia encontramos entre sus acepciones Libertad, especialmente la de un Estado que no es tributario ni depende de otro.

En este último tiempo la palabra Libertad ha sido usada como monopolio de un sector; debemos recuperarla para todo el pueblo. No es inocente la elección de palabras, ni los discursos y mucho menos los relatos que desde las hegemonías tratan de imponerse. Seamos atentos defensores de nuestras verdades: las que contienen la idea de Libertad e Independencia para lograr un país Soberano; con resolución propia sobre sus recursos naturales y moneda propia. Porque esto encierra en sí la oportunidad de trabajo, de salud, de educación, producción nacional, y una cultura que nos distinga como siempre ha sucedido. Sin perder la Identidad y el sentimiento de solidaridad que nos ha caracterizado. Sin perder nunca las esperanzas y el objetivo de superarnos.

Este 9 de Julio, al cantar el himno nacional, al colocar la escarapela en nuestras solapas, pensemos que la Independencia costó años de luchas y fueron nuestros próceres quienes vieron la magnitud propia y de todo nuestro continente, sus habitantes, sus riquezas naturales y el peligro de la entrega a los más poderosos. No regalemos los sueños de los patriotas que mantuvieron esa idea de Independencia al no comprometerse con intereses foráneos; no cedamos nuestras ilusiones, ni las de las generaciones venideras al olvidar esta parte fundamental de nuestra historia.

La Independencia y la Libertad son hermanas: por eso debemos cuidarlas y acompañarlas para su evolución.

¡Viva la Patria!

La Patria no se vende. ¡Feliz Día de la Independencia! Hoy, como siempre desde 1816 por una PATRIA LIBRE, JUSTA Y SOBERANA.

*Fragmento del acta de declaración de la Independencia.

 

Antonio Hugo Caruso

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