17 de noviembre: Día de la Militancia Peronista

Por Hugo Caruso.

La militancia de corazón es un generador permanente de ideas transformadoras para el bien de la justicia social, en una comunidad organizada. Hay mucho material sobre la militancia, aun así, es bueno expresarse desde el sentir, al recordar aquel 17 de noviembre de 1972. Fecha en que jóvenes y no tanto, caminamos hacia Ezeiza, a recibir después de 17 años de lucha, militancia y resistencia al General Juan Perón, que volvía de su exilio. Nuestro líder que había estado proscrito fuera de nuestra Patria.

Era un día gris y lluvioso, lleno de controles militarizados en distintas partes del camino, miles nos congregamos para decir presente ese día que fue el fruto de largos años de “resistir y militar” la idea y convicción, de que Perón debía regresar para conducir los destinos de nuestro país. En aquellas épocas
salíamos a realizar pintadas para mantener la memoria y el ideal de una Patria más justa, libre y soberana.

Por ello, hoy homenajeamos a trabajadores, obreros de todos los sectores sociales y referentes sindicales
que, habiendo conocido los derechos de los trabajadores y las conquistas sociales; decidieron militar el
regreso de Perón y fueron perseguidos, encarcelados y muchos también, desaparecidos.

Aquella mañana a lo largo del camino, nos encontramos con la solidaridad del pueblo, que se acercaba
por las veredas a saludar y convidar alguna bebida caliente. El fervor y el entusiasmo populares hizo que
no nos importaran ni la lluvia, ni los kilómetros, ni los inconvenientes que habían de por medio…

Ha pasado casi medio siglo desde aquel 17. Y hemos atravesado momentos de lucha y zozobra antes y
después de esa fecha. Duros golpes a la democracia, con gente perseguida, con madres y abuelas
buscando a sus hijos, hechos que hoy muchos chicos ya estudian en las escuelas como parte de la historia.

Hemos sido generaciones de argentinos que desde los golpes cívico militares perdimos familiares, compatriotas, amigos, compañeros y derechos. Luego las páginas fueron inscribiendo la instauración de
nuestra democracia como una idea inamovible. En un estado de derecho, recuperamos a través del trabajo, que continuaremos realizando, con conciencia social y la memoria activa de las instituciones, una Democracia que No deja lugar a la Discusión. Es por ello que debemos fortalecerla cada día a través de la lucha por la verdad que es la única realidad. Es positivo que cada tenga sus ideas, pero siempre con una mirada amplia, sin egoísmos, ni agravios y con Educación dentro de la Comunidad Organizada. Es por eso que hablamos de Solidaridad, de Esperanza, de Justicia Social y Redistribución de la Riqueza, que sólo se dará con Trabajo Genuino, Producción, Salud, Alimentación, Educación, Cultura, Vestimenta y Vivienda Dignas; y Recreación para Todas y Todos.

Fortalecer la democracia implica el trabajo ético por parte de todos los actores sociales, comunicacionales y la justicia. Hoy, vemos como más de una democracia se ve debilitada por el manejo hegemónico de sectores, que pretenden influir el destino de los gobiernos elegidos por los ciudadanos; imponiendo estados de alarma que defienden intereses mezquinos. Es importante militar por los ideales de paz y el bienestar común con una justicia social inclusiva. Creemos en el lugar para el pensamiento crítico, aquel que genera la interpelación y nos permite discernir el accionar más razonable. En el presente el trabajo de la militancia es fundamental porque tiene el compromiso y deber de comunicar con templanza para promover la participación y protagonismo de la ciudadanía, desde los espacios que se generan de forma democrática y plural poder escucharnos y debatir. De esta forma estaremos honrando aquel 17 de noviembre de 1972, día en que fuimos protagonistas de un hecho que cambió nuestros destinos, por el que tanto se militó y seguiremos militando por la Felicidad del Pueblo y la Grandeza de la Patria.

 

 

Hugo Caruso

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