nefrologia

12 de marzo: Día Mundial del Riñón

La enfermedad renal crónica solo da síntomas en estadios avanzados. Por eso, es importante su detección precoz  para poder implementar medidas terapéuticas que logren desacelerar su progresión. 

El Día Mundial del Riñón es una iniciativa que nace en el año 2006 de la International Society of Nephrology (ISN) y la International Federation of Kidney Foundations (IFKF) con el objeto de transmitir a la población la importancia e impacto de la Enfermedad Renal Crónica.

 

Aproximadamente 1.7 millones de personas en el mundo reciben tratamiento sustitutivo renal en forma crónica (diálisis). Este número aumenta a razón de 5% y 8% anual en los países desarrollados debido al aumento de la población añosa, la alta prevalencia de diabetes e hipertensión arterial, la mejor sobrevida de la población en diálisis y el poco egreso por trasplante renal.

 

«La Enfermedad Renal Crónica, generalmente, no da síntomas hasta etapas avanzadas. Por lo tanto su identificación precoz es fundamental para implementar medidas terapéuticas que disminuyen su velocidad de progresión. Un simple análisis  de sangre y orina son suficientes para detectar precozmente algún signo de enfermedad renal. El nivel de creatinina en sangre y la pérdida de proteínas en orina son los elementos que el médico utiliza para diagnosticar y precisar el estadio de enfermedad renal», precisa Guillermo Fragale, Jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Austral.

 

Las personas con riesgo de presentar enfermedad renal crónica son los mayores de 50 años, las personas con obesidad, los fumadores, individuos con hipertensión arterial o diabetes. También, aquellos que tengan antecedentes de alguna enfermedad renal específica o historia familiar de enfermedad renal.

 

De acuerdo con el especialista, en etapas avanzadas de la enfermedad, existen tres formas de sustitución de la función renal. «La hemodiálisis, por un lado, permite una eliminación rápida del exceso de agua corporal y desechos del organismo acumulados en sangre. El procedimiento consiste en hacer circular la sangre a través de filtros especiales», aclara el especialista. Por otro lado, Fragale hace referencia a la diálisis peritoneal: «Es un tratamiento sustitutivo de la función renal que utiliza la membrana peritoneal como membrana de diálisis».

 

La diálisis peritoneal consiste en la infusión y drenaje de una solución dentro de la cavidad peritoneal (abdomen). Este proceso permite remover el exceso de líquido y eliminar  los productos de desecho y toxinas acumulados en el organismo. El tratamiento es realizado por el paciente en su domicilio.Por último, el trasplante renal, es el tratamiento de elección para los pacientes con enfermedad renal crónica en etapas avanzadas. «El trasplante renal consiste en el implante de un riñón proveniente de donante vivo o cadavérico. El trasplante ofrece al paciente mejor calidad de vida, desarrollo de la actividad laboral, menor morbi-mortalidad cardiovascular  y aumento de la expectativa de vida», desarrolla el nefrólogo.

noticias relacionadas