Wikileaks: para Hillary, la filtración de documentos es un “ataque a la comunidad internacional”

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dijo ayer que la difusión de documentos reservados en Wikileaks “no es un ataque sólo a Estados Unidos, sino a toda la comunidad internacional”, y subrayó que la política oficial de su país “no está expresada” en esos archivos.

En una declaración ante la prensa, la canciller atacó duramente al portal Wikileaks por publicar textos sobre las acciones del cuerpo diplomático, afirmó que el Departamento de Estado fue objeto de un ataque informático y dijo que no hay “nada loable en robar documentos y poner en riesgo la seguridad nacional y a gente inocente”.

Según Clinton, la divulgación de esa información clasificada constituye un ataque a “las alianzas y negociaciones que hay en marcha a nivel internacional para buscar la paz y la seguridad mundial”.

Las palabras de la ex primera dama ponen de manifiesto la furia del gobierno estadounidense ante la divulgación no autorizada de 250 mil documentos reservados del Departamento de Estado, publicación que evidenció parte del tablero de estrategias, obsesiones, prioridades y procedimientos utilizados por la Casa Blanca para obtener información alrededor del mundo.

Luego, la jefa de la diplomacia estadounidense, anunció medidas para proteger la información del Departamento de Estado y evitar “una fuga” similar en el futuro.

Las comunicaciones confidenciales, señaló “no están contra el interés público”, y ayudan al trabajo de los diplomáticos, que “hacen lo que esperamos que hagan”, agregó, según informó la agencia de noticias DPA.

Estos funcionarios “ayudan a resolver conflictos y luchan contra el crimen internacional” y en esa tarea -según la funcionaria- “mantienen conversaciones normales, honestas y privadas” sobre lo que hacen y con quién se relacionan, algo que “todo el mundo de buena fe” comprende.

Durante su declaración, que fue seguida por preguntas de los periodistas, Clinton insistió varias veces en que la política exterior de Estados Unidos “se hace en Washington” y que el contenido de los miles de documentos publicados “no expresa” la política oficial de su país.

La filtración de ayer -la mayor de la historia sobre documentación diplomática- reveló numerosos secretos de la diplomacia estadounidense y puso en evidencia inéditas maniobras de espionaje que pueden tener costos imprevisibles para la política exterior de ese país.

Tras conocerse el contenido de los miles de documentos, sin embargo, los gobiernos de Alemania e Italia buscaron bajarle el tono al tema, a pesar de que varios de los cables filtrados no sólo cuestionan a los mandatarios de estos dos países sino a los de casi todo el mundo.

El gobierno alemán subrayó que no considera que la publicación de las informaciones obtenidos por la web Wikileaks afecten negativamente a su relación con Estados Unidos.

La relación entre ambos países es “fuerte, sólida y no quedará empañada de ninguna manera por la publicación”, aseguró en Berlín el portavoz gubernamental, Steffen Seibert, según informa la agencia de noticias DPA.

En tanto, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi – quien es descripto en los documentos como “organizador de fiestas salvajes y el líder más ineficiente de Europa”, no emitió aún una reacción oficial, pero los medios italianos informaron que a “Il Cavaliere” las revelaciones “le causaron risa”.

El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, no obstante, consideró las revelaciones “el 11 de septiembre de la diplomacia estadounidense, porque hacen saltar por los aires todas la relaciones de confianza entre los Estados”.

Por otra parte, el gobierno ruso reaccionó con cautela ante la publicación de los documentos. El portavoz de Vladimir Putin, Dmitri Peskov, dijo que antes de emitir comentarios “deberíamos ver el documento original y analizar si los términos han sido traducidos correctamente”, según informó la agencia Interfax.

Putin es descripto en los documentos como un “macho alfa” y el presidente Dmitri Medvedev como “débil” y “vacilante”. Además, se califica al primer ministro italiano Silvio Berlusconi como “portavoz” de Putin en Europa.

En Medio Oriente, en tanto, hubo reacciones dispares.

Mientras Israel celebró la publicación que evidencia que otros países de la región temen -igual que Tel Aviv- al desarrollo nuclear iraní, Teherán relativizó esta información y Pakistán rechazó la injerencia estadounidense en sus asuntos internos.

El fiscal general australiano Robert McClelland, advirtió hoy que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, podría ser llevado a juicio si retorna a Australia.

“Desde el punto de vista de Australia, creemos que hay una serie de leyes penales que pueden haber sido violadas”, dijo McLelland en referencia a la publicación por parte de Wikileaks de 251.287 documentos internos del Departamento de Estado norteamericano.

El gobierno de Australia puso en funcionamiento en julio un grupo de trabajo para monitorear las implicancias penales de las revelaciones de Wikileaks.

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