Vestidos de policías, asaltan y secuestran a una familia en Avellaneda

Los sorprendieron en la puerta de su casa y entraron a robar. Después se los llevaron al restaurante que tienen a pocas cuadras para sacarles más dinero.

Salió de trabajar en su restaurante. Como era tarde, llamó a su marido para que le abriera el portón del garage. Pero la precaución no alcanzó. Cuando estaba por entrar el coche, aparecieron varios delincuentes que se metieron en la casa. Les pidieron 200 mil dólares y, como no los tenían, golpearon al dueño de la vivienda. Robaron lo que encontraron y después se llevaron cautiva a la mujer y su hijo, de 12 años, hasta su local, de donde se llevaron algo más de dinero. Los liberaron en la madrugada.

 

Todo empezó pasada la medianoche. A esa hora, la mujer había cerrado su restaurante -ubicado en la avenida Belgrano, en Avellaneda- y volvía a su casa, donde la esperaban su marido y su hijo, de 12 años.

 
Como era tarde, antes de llegar, la mujer llamó por teléfono a su marido y le dijo que le abriera el portón. Al llegar a la vivienda, ubicada en la calle Coronel Giuffra al 600, su esposo la estaba esperando.

 

“Salgo a abrir el portón, ella hace una maniobra para guardar el auto y veo un auto blanco, nuevo. Se bajan dos hombres. Como sospeché me voy del lado de ella, preparado para cerrar el portón, pero no llegué”, cuenta Daniel, el marido de la mujer. “De otro lado viene otro hombre con un revólver y me dice tranquilo: ‘policía'”, agrega. Eran entre cuatro y seis delincuentes.

 

Daniel recuerda que el hombre que lo apuntaba con un arma tenía puesto un chaleco similar al que usan las fuerzas de seguridad y que los obligaron a entrar en la casa. Está seguro de que los asaltantes no llegaron a su casa de casualidad, que habían hecho una inteligencia previa. “Sabían quiénes éramos, cuando entramos me hacen subir y me dicen: ‘¿Dónde está el nene?’. Sabían cuántos éramos (en la familia). Al nene lo sacaron de la cama y lo llevaron con la madre”, detalla.
Entonces empezó lo peor para esta familia. A la mujer, con su hijo de 12 años, la tenían en un cuarto. Al marido, lo obligan a ponerse boca abajo en el piso y lo atan. Querían 200 mil dólares. Pero la familia no los tenía.

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“Empieza como un careo, me dicen que van a matar a mi mujer y a mi hijo, que les diera la plata, que yo era una porquería que prefería la plata y no la vida de mi familia”, relata. Él les aseguraba que no contaba con esa suma, que era imposible, que su restaurante era modesto. Pero los delincuentes no le creían y ante cada respuesta negativa, lo golpeaban en la cabeza. “Ellos ya venían con la idea de que yo tenía en casa 200 mil dólares, un dato falso, que no era posible, yo les decía que mi restaurante no es tan importante, que tengo un solo mozo”, agrega.

Teniente Coronel Guiffra 652, Piñeiro, partido de Avellaneda. Allí comenzó la noche de terror para una familia asaltada y secuestrada.
Teniente Coronel Guiffra 652, Piñeiro, partido de Avellaneda. Allí comenzó la noche de terror para una familia asaltada y secuestrada.
Mientras a él lo golpeaban, un grupo estaba con su mujer y su hijo y otro recorría la casa, buscando plata, robando. Estuvieron en la casa unas dos horas, en las que solo encontraron 10 mil pesos. Entonces, el asalto derivó en un secuestro.

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