Venezuela eligió una nueva Asamblea Nacional

Los venezolanos fueron ayer a las urnas para renovar totalmente la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) para el período 2011-16, en comicios que representaron un verdadero plebiscito sobre la gestión del presidente Hugo Chávez.

Tres horas y media después del cierre de las mesas, el Consejo Nacional Electoral (CNE), encargado de la organización de la compulsa, demoraba un primer boletín sobre el escrutinio y las dos fuerzas principales se mantenían cautas a la espera de los resultados.

La ansiedad era palpable, dado que está prohibida la difusión de encuestas a boca de urna y los únicos resultados válidos, aun para palpitar la tendencia, son los del CNE.

El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y su aliado Partido Comunista de Venezuela (PCV), por un lado, y la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) pugnaron por la mayoría de la Asamblea, aunque también se presentó con aspiraciones moderadas la filochavista Patria Para Todos (PPT).

Durante la campaña, las elecciones se presentaron como un examen para el gobierno, no sólo por la fuerte exposición que tuvo Chávez en respaldo de sus candidatos, sino también porque la oposición apostó a que un eventual triunfo le sirva para frenar de alguna manera la cómoda hegemonía con la que gestiona el mandatario.

La pulseada fue también un ensayo con la vista en las presidenciales de 2012, porque Chávez ya adelantó que buscará entonces otro mandato y la oposición apostaba a que de estas elecciones surja un líder que pueda aglutinar a fuerzas tan diversas y enfrentar con chances al jefe del Estado.

En lo formal, se elegieron este domingo los 165 integrantes de la Asamblea, 110 por sistema uninominal, 52 por lista y tres en representación de las minorías indígeneas, en un complejo sistema de “tarjetones” que causó menos demoras de las que se pronosticaban.

Se montaron en todo el país 12.463 centros de votación más otros 64 móviles, con 36.563 máquinas. El padrón fue de algo más de 17,7 millones de ciudadanos, incluyendo unos 57.000 que estaban habilitados para votar en el exterior.

Poco después de sufragar en una escuela del oeste de Caracas, Chávez había destacado que el sistema electoral venezolano es “uno de los más seguros y confiables del mundo”, desafiado a la oposición a que intente una consulta para revocar su mandato y evaluado que la oposición había resuelto volver a las urnas -no se presentó en 2005- “ante el fracaso del camino del boicot y la desestabilización”.

“Perdí la cuenta de cuántos procesos electorales llevamos acá en 11 años; a lo mejor me estoy desquitando de lo que pasaba hace 20 años, cuando la derecha le robaba los votos a la izquierda y los pobres no votaban porque ni siquiera tenían cédula”, señaló Chávez.

Con la clásica campera con los colores de la bandera y acompañado por sus nietos, el mandatario resaltó “la revolución en paz, cosa rara en la historia”, que lleva adelante su gobierno y puso de relieve que antes la Asamblea Nacional “defendía los intereses de la burguesía y ahora atiende los intereses del país”, porque Venezuela cambió para siempre y no hay marcha atrás”.

La compulsa se desarrolló con una normalidad absoluta y apenas de registraron incidentes menores en los estados (provincias) Carabobo y Miranda, demoras en Vargas y quejas aisladas, una del ex basquetbolista Iván Olivares, candidato de la alianza opositora, quien denunció que se le impidió votar, y otra de la organización Voto Joven, que advirtió que militares intimidaron a estudiantes en la Universidad Simón Bolívar.

Los pronósticos sobre el estado del clima se cumplieron casi a la perfección: la mayor parte del país amaneció con sol y hacia la tarde, cuando faltaban unas tres horas para el cierre de las mesas, Caracas y sus alrededores sufrieron uno de sus clásicos “palos de agua” (aguaceros fuertes y breves).

Para entonces, cada dirigente, legislador o funcionario, oficialista u opositor, instaba a ir a votar en el tiempo que quedaba y a respetar los resultados.

Eso mismo pidieron ante la prensa el vicepresidente Elías Jaua, el canciller Nicolás Maduro, y la titular de la Asamblea Nacional y aspirante a la reelección, Cilia Flores.

Apenas cerradas las mesas, el CNE destacó la alta participación y la corrección de la jornada, y en los dos comandos electorales -el del PSUV en el Alba Hotel y el de la MDU en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco- hubo escenas y cantos de euforia, como si la victoria hubiera estado de los dos lados.

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