Una tarde de tangos en la Academia

Con total éxito se llevó a cabo el espectáculo a cargo de Mabel Alsina y Judith Gómez Bas.

El invierno, que sorprendió con su inicial crudeza, no amilanó a los concurrentes a la Academia Porteña del Lunfardo para disfrutar de una tarde de tango. En su cálido interior el público se deleitó, en principio, con las voces femeninas y un homenaje a «Las Perlas del Tango».

Luego, la breve actuación del cantante Hugo Gargiulo, oriundo de San Miguel del Monte, apoyado por una nutrida comitiva procedente de esa localidad, que aplaudió su tan particular modo de interpretar tangos y valses.

Tras la presentación de Marcelo Oliveri, dando la bienvenida a la Academia, todos compartieron la propuesta artística de Mabel Alsina y Judith Gómez Bas, acompañadas por Jorge Nimo en guitarra.

El público disfrutó de un interesante viaje «De la Pampa al Arrabal», que comenzó transitando por milongas sureras y clásicos temas cantados por Mabel, pintando escenarios y personajes rurales, que Judith enriqueció con poemas plenos de imágenes literarias.

Así pasaron «El aguacero», «La pastora», «Una lágrima tuya».
Luego ambas artistas se fueron internando, poco a poco, en las afueras de la gran ciudad, para mostrar los inicios del tango, la esquina, el farolito, el más pobre y descarnado arrabal.

Lentamente el amor, el desamor, los encuentros y los desencuentros fueron ganando el aire, representados nítidamente en la pluma de Homero Manzi y la música de José Dames con «Fuimos», embargando a todos de emoción hasta que la magia en la voz de Judith susurró: «En la pared mojada / se baña un grafitti ! / ¡Viva el Che! . / Es Buenos Aires, / esta noche llueve sobre mi corazón» y enseguida la voz de Mabel, con el espíritu de Cadícamo y Troilo, emocionó con «Garúa», esa maravillosa pintura de una ciudad desolada en cuerpo y alma.

Luego de pasar por «el cantar de sapo y luna / bordeando la vereda»… del suburbio en enero que tan bien describiera Judith, el cierre homenajeó al símbolo mejor logrado de la enorme megalópolis porteña, el «Cordón» de Chico Novarro…
Entonces el «zaguán y el verso aquel / que se llevó la alcantarilla…», sellaron para siempre la alianza de Judith, Mabel y Jorge con ese público que los abrazó con entusiasmo.

A. Etchezaar

noticias relacionadas