Una ONG que haría falta

Carta de Carlos Luis Galán.

Mi grupo sanguíneo es 0, RH negativo. Estadísticamente, alrededor de un 10% de los argentinos tienen RH negativo. En la vida diaria esto no crea ningún problema; incluso muchos ni saben qué grupo sanguíneo tienen.

El problema puede surgir cuando alguna de esas personas necesita recibir una transfusión, porque los RH negativos no pueden recibir sangre de personas con RH positivo, e incluso algunos sólo pueden recibirla de quienes tengan su mismo grupo (por ejemplo, los 0 negativos).

Allá por la década del 50 se creó en Buenos Aires una ONG (aunque entonces no las llamábamos así) llamada «Asociación RH», que funcionó primero en un sanatorio de la calle Azcuénaga, después tuvo un pequeño espacio (oficina-consultorio) en el viejo Hospital de Clínicas, y finalmente en el Hospital San Martín.

Podían adherir a la organización las personas con RH negativo, con dos posibilidades: ser socio activo, con la obligación de donar sangre una vez por año, o socio pasivo (quienes no podían donar), abonando una cuota. A todos se les garantizaba que en caso de necesidad recibirían creo que hasta siete litros de sangre de su grupo.

Durante varios años cumplí con mi obligación como socio activo, hasta que un día recibí una comunicación según la cual la asociación se disolvería, por falta de recursos y de apoyo oficial. Aunque nunca necesité recibir una transfusión, siempre lamenté la desaparición de la Asociación RH, que me parece cubría una necesidad muy importante.

Ayer le conté esta historia a una técnica que me sacaba sangre para un análisis (era una chica joven, de modo que nunca había oído hablar de aquella asociación), y se me ocurrió buscar en Internet, por si había algo. Para mi sorpresa, descubrí que existen por lo menos tres asociaciones que nuclean a personas RH negativo: en San Juan, en Salta y en Tucumán. Por lo menos esta última (probablemente las tres) nacida también a mediados de la década del 50.

La reflexión que se me ocurre es por qué no existe una ONG con esa finalidad en Buenos Aires. ¿Cómo es posible que esas asociaciones hayan subsistido en lugares con mucha menos población, y no en nuestro conglomerado urbano, de alrededor de 13 millones de habitantes? Si el 10% de esa población tiene RH negativo, significa que 1.300.000 personas podrían beneficiarse con su existencia. Y aunque la inmensa mayoría de ese conjunto no se interese por el tema, con un pequeño porcentaje se podría organizar esta ONG. Existen tantas, a veces con finalidades mucho menos importantes…

Carlos Luis Galán
carlosgalan106@yahoo.com.ar

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