Una nueva campaña para conocer el estado del agua superficial y los sedimentos en la cuenca Matanza-Riachuelo

Como todos los años se están realizando, en distintos puntos de la cuenca, el monitoreo para tener los datos actualizados del cuerpo de agua, su caudal y la calidad de la misma.

Para monitorear la calidad del agua de la cuenca, la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) estableció y mantiene una red de estaciones y puntos de monitoreo que permiten captar una imagen integral del estado de situación de toda la cuenca. Esta red incluye puntos sobre el río Matanza-Riachuelo y sus afluentes, cubriendo las 14 subcuencas que conforman la Cuenca Hídrica del Matanza Riachuelo.

El nuevo Convenio en ejecución contempla la realización de 2 (dos) campañas de calidad de agua superficial en 65 puntos a lo largo de los 2.240km2 de territorio que abarca la cuenca. La primera de ellas comenzó el 17 de octubre y tuvo una duración de trece jornadas de trabajo. La misma incluyó el estudio sobre la matriz sedimentos en 16 sitios.

Las actividades de extracción de las muestras, el análisis de parámetros en laboratorio y la medición de caudal, están a cargo de las subgerencias técnicas del INA, Centro de Tecnología del Uso del Agua (CTUA), Centro de la Región Semiárida (CIRSA) y el Laboratorio de Hidráulica (LH). Y, que en conjunto con un equipo de técnicos y técnicas de la Coordinación de Calidad Ambiental de ACUMAR, llevan adelante el monitoreo que se desarrolla según distintas estrategias para alcanzar diferentes objetivos.

Actualmente se están realizando tareas analíticas para conocer la calidad del agua de los parámetros generales, fisicoquímicos, biológicos y microbiológicos, y de los parámetros que permiten caracterizar la calidad de los sedimentos. Simultáneamente se está trabajando para determinar el caudal en distintas secciones de la Cuenca. Con los resultados de estos estudios se puede determinar la carga másica instantánea de diferentes contaminantes en determinados puntos de la cuenca Matanza-Riachuelo.

“Las campañas de monitoreo incluyen la medición de parámetros en campo como el pH, conductividad y oxígeno disuelto entre otros. También se analizan parámetros generales fisicoquímicos, biológicos, microbiológicos, metales pesados, y compuestos orgánicos específicos” señalo María Alejandra Rodríguez Speroni, responsable del Programa de Estudios de Calidad de Agua en Cuencas Hídricas (PECACH) del Centro de Tecnología y Uso del Agua (CTUA) del INA, y detalla “son trabajos que venimos realizando todos los años como parte de las acciones tendientes a dar apoyo a ACUMAR para cumplir con los objetivos del Plan Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca Matanza Riachuelo (PISA)”.

En forma complementaria a esta campaña, el INA – CTUA también ha ejecutado, a solicitud de la ACUMAR, el monitoreo de calidad de agua subterránea de la cuenca. El mismo, se llevó adelante durante el mes de agosto y contempló la evaluación del agua subterránea en 110 pozos a distintas profundidades a acuíferos freático/Pampeano y Puelche y la medición de la profundidad del nivel del agua en todas las perforaciones.

La información obtenida en los laboratorios, luego es procesada y analizada por el Programa de Estudios de Calidad del Agua en Cuencas Hídricas (PECACH) del INA que elabora un informe para ser remitido a ACUMAR. Cada campaña proporciona nueva información que se adiciona a la información histórica y permite evaluar el comportamiento y la evolución del estado de calidad del agua y los sedimentos de la cuenca. Los resultados son públicos y están accesibles en la página web de ACUMAR.

Los datos obtenidos de las diferentes campañas permiten, por un lado, mantener actualizada información relevante para la toma de decisiones de cara a distintas políticas y proyectos en ejecución en toda la Cuenca y, por el otro, relevar el avance hacia el cumplimiento de objetivos de mediano y largo plazo, como el Uso IV del agua, que implica alcanzar el uso apto para actividades recreativas pasivas. Una vez obtenidos los resultados de los análisis en los laboratorios, se evalúa la información generada y se redactan los informes técnicos respectivos.

Todo esto es posible gracias al trabajo colaborativo y el fortalecimiento mutuo de ambas instituciones públicas. El Instituto Nacional del Agua brinda su asistencia técnica y científica especializada, al tiempo que tiene oportunidad de continuar perfeccionando diferentes tecnologías, en un ámbito urbano por el que fluyen distintos arroyos.

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