Una noche de lujo en la Universidad de La Matanza

Participaron la Banda Sinfónica de Ciegos y la Compañía Surdanza de Wilde

El pasado sábado 17 de mayo en el marco de un proyecto del Ministerio de Cultura de la Presidencia de la Nación se presentó la Banda Sinfónica Nacional de Ciegos Pascual Grisolía dirigida por José Luis Cladera junto al tenor Pablo Selci y la Compañía Surdanza de la ciudad de Wilde dirigida por Luciana Prato.

Fue una noche memorable con más de 200 artistas en escena ya que participaron en la parte vocal el Coro Polifónico de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), Coral Artemis, el Coro del Centro Universitario de Idiomas (CUI) y el Coro del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA 4) todos bajo la dirección Hugo Schwab.

El patio de las Américas de la UNLaM fue el entorno de este concierto que incluyó, entre otras, obras de Ginastera, la Danza del Fuego de Manuel de Falla para culminar con el más alto momento del concierto La Misa Criolla de Ariel Ramírez con coreografía realizada para esta oportunidad. Un trabajo de danza contemporánea que se lució ampliamente.

El tenor Pablo Selci, que acaba de protagonizar Oberto en el Teatro Avenida, de elegante smoking tuvo un desempeño excepcional, con excelente emisión e interpretación de una obra litúrgica de gran profundidad religiosa.

‘Es un orgullo y un gran desafío integrarnos desde zona sur en un proyecto del Ministerio de Cultura de la Nación con diversas instituciones corales y musicales. Fue emocionante no sólo la función sino el proceso de ensayos junto a la Banda Sinfónica Nacional de Ciegos’-afirma Luciana Prato, recientemente distinguida por su aporte social y cultural en el 162º aniversario de la ciudad de Avellaneda.

Más de 400 personas en el público que aportaron donaciones para el hospital de niños de San Justo. Los aplausos y las lágrimas de emoción dieron cuenta del gran espectáculo que hizo vibrar la sala. ¡Avellaneda presente! Gracias a un micro gestionado por la delegación municipal de Wilde, el público de zona sur pudo trasladarse a San Justo.

75 músicos, más de 100 voces y la presencia de la danza de contenido expresivo y religioso, en una obra de fuerte identidad nacional y latinoamericana que en este caso tuvo arreglos originales de Pablo Martínez. Cabe destacar el trabajo del pasaje a braile de las partituras y los arreglos para que pueda ser interpretada por la banda de ciegos.

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