Una multitud pidió y agradeció a la Virgen en San Nicolas.

Una multitud estimada en medio millón de devotos pidió y agradeció los dones recibidos de María del Rosario de San Nicolás, al cumplirse 27 años de la primera aparición de la Virgen a una mujer de condición humilde de esa ciudad bonaerense.

Fuentes religiosas consultadas por DyN consideraron que “unos 500 mil” fieles pasaron por el santuario, y participaron de la procesión con la imagen mariana y en la misa central presidida por el obispo de San Nicolás, monseñor Héctor Cardelli, quien reclamó “compromiso” por la patria y criticó las “leyes” que “no contribuyen a la estructura” de la familia.

Las ceremonias religiosas con el lema “Madre bendice nuestra patria” se realizaron en “el campito”, donde se levanta el templo pedido, según las revelaciones, por la Virgen a Gladys Quiroga de Motta.

A las 14.53, la imagen de la Virgen con el Niño Jesús, coronada el año pasado, salió del santuario en medio de una lluvia de pétalos de rosas, mientras una marea humana acompañaba su paso con aplausos, exhibía pancartas con su procedencia y agitaba pañuelos y banderines celestes, blancos y rosados.
La imagen mariana junto con otra de San Nicolás de Bari, patrono local, ingresó por un pasillo abierto entre la gente, detrás de la cual se ubicó un grupo de trabajadores de Paraná Metal con una bandera.

El arzobispado de Rosario se solidarizó recientemente con el reclamo por la continuidad de la fuente laboral de esa empresa, aunque la protesta con cortes de ruta obligó a suspender la peregrinación Rosario-San Nicolás que es tradicional los días previos a la fiesta de la Virgen.
Cardelli presidió la misa minutos después de que la multitud improvisó el Feliz Cumpleaños a la Virgen.

En la homilía, el obispo pidió a la Virgen que “bendiga la patria” e hizo un llamado en “defensa del matrimonio y la familia como célula básica de la sociedad”.

“Esta célula hoy está sometida a leyes que no contribuyen a la estructura sana y positiva que necesitamos los miembros que la componemos”, advirtió.

El prelado sostuvo que “no podemos pensar en una comunidad humana y socialmente sana, destruyendo esta base sólida y milenariamente experimentada del matrimonio y la familia”. Por último, Cardelli exhortó a encaminar “nuestros pasos de retorno a nuestras realidades donde nos toca ser testigos y constructores del amor para ser una patria de hermanos” y explicó que “la bendición a nuestra patria, en este segundo Centenario, pasa por nuestra respuesta y compromiso”.

La Ciudad de María, como se la conoce, se vio desbordada por promesantes que colmaron desde el viernes los hoteles aledaños al templo o se ubicaron en las casas de los nicoleños, que abrieron sus puertas para recibir a los peregrinos.

En diálogo con DyN, una mujer de nombre Susana dijo que llegó desde la localidad bonaerense de Colón para agradecerle a María Virgen porque “por su intercesión puedo decir que estoy viva tras salir de una enfermedad que parecía terminal”.

“Toda nuestra vida gira en torno a la Virgen”, dijo María Luján, una porteña que se casó con un joven de San Nicolás y mostraba su panza con un embarazo de siete meses.

Un niño, que dijo venir de la ciudad chubutense de Puerto Madryn junto a su familia, explicó que llegó al lugar “para agradecer por mi tía, que se curó, y a pedirle por mi abuelo que ahora está muy mal”, mientras que Carmen, de González Catán, destacó “el milagro” de la Virgen, que “revivió” a su “hija cuando tenía nueve meses y hoy ya tiene 16 años”.

San Nicolás, ubicada a unos 240 kilómetros al noroeste de la Ciudad de Buenos Aires, también se vio invadida por numerosos vendedores ambulantes que aprovecharon la movida para “hacerse el día”, en una combinación de comercio pagano y religioso.

Según estudiosos del Vaticano, la Virgen se habría manifestado por primera vez en San Nicolás el 25 de setiembre de 1983, ante Gladys Quiroga de Motta, hoy de 74 años.
De condición humilde, la mujer sigue viviendo en esa misma casa, a 50 metros del lugar donde hoy se encuentra el Santuario.

“Haced valer mis derechos”, le habría manifestado la Virgen a Quiroga de Motta, y, a partir de ese momento, se produjeron numerosos mensajes y contactos, según ese testimonio.
Si bien la postura de la Iglesia católica y del Obispado local fue de cautela respecto del denominado “Milagro de San Nicolás”, éste despertó una devoción fuerte que incluso es vista con agrado por la alta jerarquía eclesiástica.

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