Los manifestantes llegaron desde Barcelona, León, Sevilla y decenas de otras ciudades convocados por el movimiento de los indignados españoles, o 15-M, para exigir soluciones al “drama” del desempleo, como se leía en pancartas que portaron.

Muchos de ellos dijeron ser desocupados, pero a la marcha se sumaron también miembros del 15-M, sindicalistas y jubilados, informó el diario El País en su edición digital, que cifró los participantes en unos 3.000.

La manifestación llegó un día después de que la aprobación final por parte de la eurozona de un rescate por hasta 100.000 millones de euros para los bancos de España no lograra frenar la presión de los mercados sobre la deuda del país.

El rendimiento del bono español a 10 años cerró en un récord histórico del 7,2% y la bolsa de Madrid tuvo su peor caída desde mayo de 2010.

El gobierno conservador del presidente Mariano Rajoy respondió a la crisis con cuatro ajustes desde que asumió, en diciembe, entre ellos uno aprobado esta semana por el Congreso que contempla una fuerta suba del IVA y una rebaja salarial para los estatales.

Los empleados públicos respondieron a las medidas con varios días seguidos de protestas, y el jueves pasado cientos de miles de personas se movilizaron contra los recortes en unas 80 ciudades de España.

Las medidas de austeridad, además de no calmar a los mercados, profundizaron la recesión del país -que continuará el año próximo, según admitió el gobierno- y agravaron el desempleo, que alcanza al 24,4% y es el mayor de los 17 países de la eurozona.

En la marcha de hoy, los manifestantes cantaron consignas como “no son recortes, es un expolio” o “la clase obrera vencerá cueste lo que cueste”, informó El País.

Los participantes de la protesta marcharon desde el Paseo del Prado hasta la céntrica Puerta del Sol, donde celebraron una asamblea sobre empleo y desempleo.

La marcha fue custodiada por dos camiones celulares de la policía.