No obstante fuentes policiales explicaron que el mecánico está preso porque portaba ilegalmente un revólver 44, que ni siquiera tenía registrado, mientras que el supuesto ladrón no llevaba ningún arma encima ni pudo probarse que hubiera cometido un delito.

Según voceros policiales, el hecho ocurrió el lunes último, en la zona de Ciudadela sur, cuando un joven de 20 años se presentó en el destacamento local para denunciar que había pasado caminando por el frente de un taller mecánico situado en la calle Independencia de esa localidad y que sus ocupantes lo habían insultado y amenazado.

Horas después de esa presentación, la policía recibió un llamado al 911 mediante el cual le informaron que un hombre mantenía amenazado con un arma a un muchacho que había querido robarle a su hijo en un taller mecánico, armado con un cuchillo.

Cuando la policía acudió al lugar, encontró al mecánico, de 52 años, que mantenía reducido y amenazado con un arma en la cabeza al mismo joven que más temprano había denunciado intimidaciones en la seccional local.

La policía trasladó a todos a la dependencia, donde estableció que el joven no tenía ningún cuchillo ni arma de fuego encima, mientras que en poder del mecánico secuestró un revólver que no está legalmente registrado, explicaron los informantes.

Por tal motivo, el fiscal de turno de San Martín dispuso la libertad del más joven de los demorados y dejó aprehendido al mecánico, acusado de portación ilegal de arma de guerra, añadieron las fuentes consultadas.

Si bien la familia del mecánico aseguró que el hombre reaccionó y apresó al joven porque había intentado asaltar a su hijo, las fuentes dijeron que no consta en la causa nada que indique que el muchacho estaba armado o intentó robar.

“Mas bien parecería haberse tratado de un problema personal entre el joven y el hijo del mecánico”, dijo un vocero de la pesquisa, quien adelantó que probablemente en las próximas horas el hombre sea liberado por orden judicial.

Esta mañana, la esposa del mecánico, Nélida, contó su versión del suceso: “Eran las 16 horas del lunes cuando mi marido y mi hijo fueron a buscar unos repuestos con el auto de un amigo y, al llegar de vuelta al taller, se acercó un delincuente como para robarle a mi hijo”.

En ese momento, contó la mujer, su marido la llamó y le pidió que le alcanzara hasta allí un arma. “Me dijo traeme el arma que lo matan a Federico”, recordó.

Según Nélida, su esposo corrió al delincuente hasta la vuelta y se metió en una casa y lo redujo. “Lo hizo rendir, lo tenía apuntado y me llamó para que llamara a la policía”, agregó.

“La policía no me atendió, pero después vinieron cuatro móviles policiales y unos 50 policías que en vez de agarrar al ladrón en primer lugar agarraron a mi marido”, recordó la mujer.

“Ni miraron al delincuente y le pegaron directamente a mi marido, quien esta jodido del corazón. El ahora está detenido y el delincuente está libre desde la mismo lunes a la tarde”, concluyó Nélida.