Un ex soldado británico y un aviador argentino, en un emotivo encuentro frente al mar

Se trata de Edward Denmark, ex integrante del 12 Regimiento de Defensa Aérea británico, y Carlos Cachón, quienes se vieron las caras por primera vez y coincidieron en que “la guerra nunca es una cuestión personal”.

Un artillero británico, cuya misión era derribar aviones enemigos durante la Guerra de Malvinas, y un aviador argentino que encabezó la misión que hundió el buque Sir Galahad de la Royal Navy, en junio de 1982, mantuvieron un emotivo encuentro en la ciudad de Mar del Plata, en el que se vieron las caras por primera vez y coincidieron en que “la guerra nunca es una cuestión personal”.

Edward Denmark, ex integrante del 12 Regimiento de Defensa Aérea británico, recordó esta semana en su paso por la la localidad balnearia que su función durante la guerra en el Atlántico Sur era destruir los A4B SkyHawk de la Fuerza Aérea Argentina, que amenazaban a la flota enviada por la premier Margaret Tachter para recuperar el control de las islas, tras el desembarco argentino.

“En algunos casos lo logramos, y aún es difícil para mí. Pero era sólo un trabajo. No buscábamos matar hombres, sino derribar aviones, aunque hubiera preferido no tener que ir a la guerra. Yo me enteré de la existencia de las islas tres días antes de partir hacía ellas”, aseguró Denmark, frente a la costa marplatense, y con un marcado acento “scouse”, propio de la zona de Liverpool.

Como parte de una campaña que lleva adelante desde hace años para limar diferencias entre los ex soldados de ambos países, el ex artillero pudo conocer cara a cara a Carlos Cachón, aviador argentino cuya historia no era nueva para él: fue quien el 8 de junio de 1982 logró atravesar la línea de defensa inglesa y hundió el buque logístico de desembarco Sir Galahad.

El Sir Galahad fue atacado cuando se encontraba fondeado cerca de la Isla Soledad, y su hundimiento dejó más de 30 muertos y produjo un grave daño a la flota británica.

Al recordar esa acción, Denmark relató: “Nuestra batería tuvo en la mira al avión de Cachón, pero el mecanismo no funcionó, por eso no pudimos dispararle. Es muy fuerte pensar que pudimos haberlo matado si lo derribábamos, y a su vez por esa falla él cumplió su misión, lo que nos produjo un daño muy fuerte. Pero la guerra nunca es una cuestión personal, y ese es el mensaje que quiero transmitir”.

“Hace casi 40 años años casi te mato. Y puede sonar loco, pero no es nada personal. Estoy feliz de no haberlo hecho”, le dijo emocionado el británico a Cachón.

Capitán retirado oriundo de Balcarce, y teniente primero en aquel momento, el argentino coincidió en que “no era un tema personal”, sino que “uno buscaba cumplir una misión, sabiendo a su vez que ponía en riesgo la propia vida”.

“Nosotros tampoco veíamos las caras de los soldados, solo los barcos”, aseguró Cachón.

En el encuentro participó además el ex combatiente argentino Julio Aro, quien desde hace años lleva adelante desde la fundación “No me Olvides” el proyecto humanitario de identificación de los soldados caídos y enterrados en el Cementerio de Darwin.

“Siempre decimos que a nosotros nos interesa el ser humano. Tenemos la misma sangre en las venas. Y es el mensaje que creemos importante por ejemplo para seguir con el reconocimiento de los cuerpos de siete compañeros que aun están pendientes”, dijo.

En su paso por Mar del Plata, Denmark respaldó además el reclamo de los soldados que estuvieron apostados en las bases continentales durante el conflicto, para ser reconocidos como veteranos por parte del Estado argentino.

“Sinceramente no entiendo que a los soldados que estuvieron en tierra continental no se los reconozca, cuando en el caso británico, por ejemplo, se ha reconocido a los que participaban del suministro desde la Isla Ascensión, a 4.000 millas (6.400 kilómetros) de distancia”, señaló, en la misma línea de un mensaje que envió en octubre último al ex presidente Mauricio Macri.

Denmark dijo que su iniciativa de viajar a Argentina tuvo que ver además con un cáncer terminal que le fue diagnosticado: “Mi vida está limitada por el cáncer, y a su vez esto me ha movilizado mucho. Por mi parte, nunca hubo odio y nunca lo habrá. El odio no lleva a nada. Todos perdimos, nadie ganó. Y estoy acá para sanar también”.

noticias relacionadas