Un equipo del Hospital «Presidente Perón» operó al diputado Jorge Rivas en Cuba

Viajó en enero a La Habana, donde el dirigente socialista realiza su rehabilitación kinesioterapéutica, y le efectuó otro inédito trasplante de células madre. Ninguno de los integrantes del equipo cobró dinero por su labor profesional. En la foto, el Dr. Eduardo Crego, Sandra Martínez y el Dr. Jorge Trainini, director del nososcomio de Sarandí.

Un equipo de profesionales del Hospital Presidente Perón de Avellaneda», encabezado por su director, el Dr. Jorge Trainini, se trasladó a Cuba en el mes de enero para intervenir quirúrgicamente al diputado nacional Jorge Rivas, con el objetivo de intentar sacarlo de su estancamiento neurológico que presentaba, pese a los trabajos de rehabilitación y al tratamiento kinesioterapéutico a los que era sometido en la isla.

«Fue un procedimiento de tipo hemodinámico donde, con sistemas avanzados de radiología, se puede localizar cierto lugar del cerebro o próximo a él, llegar con un catéter a la zona donde el paciente necesita y aplicarle células en los tejidos neurológicos, células que le fueron sacadas con anterioridad y cultivadas», explicó a La Ciudad el Dr. Eduardo Crego, anestesiólogo y parte del equipo que viajó a Centroamérica.

En ese sentido, cabe destacar que en agosto de 2010, Rivas fue operado en el «Presidente Perón» donde se le punzó la cresta ilíaca, se procesaron las células monocleares y, por neuronavegación, se llegó hasta las arterias más pequeñas del eje bulbo-protuberancial y se le inyectaron 16ml.

En cuanto a los procesos realizados, el Dr. Crego remarcó que son «todos originados acá» y que la intervención se hizo en Cuba pero podía realizarse tranquilamente en cualquier lugar. «La operación se hizo allá porque Rivas estaba en Cuba rehabilitándose y la idea era no interrumpir el tratamiento», aseguró Sandra Martínez, enfermera e instrumentadora del equipo.

«El tuvo el traumatismo en noviembre de 2007 y, más de dos años después de estar en rehabilitación, se encontraba en la misma situación que al principio, con déficit en su evolución neurológica», añadió el Dr. Jorge Trainini. «Al mes de la primera operación, se nos avisa de los cambios que había tenido, y decidimos hacer la segunda operación en Cuba para que no interrumpiera su tratamiento».

«Los resultados de la primera operación fueron muy interesantes, que fue lo que nos animó a hacer esta segunda, más especializada, en un paciente que tenia problemas que él no podía manejar, como sostener el tronco, tragar bien la saliva y momentos de sudoración propios de problemas neurológicos», explicó Crego.

«La rehabilitación en Cuba le pudo haber mejorado parte del movimiento y parte de lo muscular – agregó el Dr. Crego – sin embargo la rehabilitación no es capaz de mejorar ni la salivación ni la sudoración en un paciente de las características de Rivas».

Consultado sobre las expectativas que generó esta segunda intervención, el Dr. Crego sostuvo que «uno no puede pretender que una persona vuelva a su normalidad como antes del accidente, lo que se espera es que mejore lo involuntario y parte de lo que para él es voluntario. Los alcances de cada uno es imposible preverlos y determinarlos con precisión, estamos convencidos que veremos una mejoría, pero no sabemos el límite».

Sobre la experiencia en Cuba, Sandra Martínez manifestó que «a nivel coordinación me desenvolví muy bien, si bien hay cosas que son diferentes como la preparación de los equipos y la forma que lo descartan, como nos entrenamos bien no hubo problemas y me adapté rápido».

El equipo que operó a Jorge Rivas, tanto en el Perón como en Cuba, está integrado por médicos del propio nosocomio, los cuales no cobraron honorarios extras por la intervención, sino que pusieron en el quirófano todos los valores que transmite un hospital público.

«Lo que hace un hospital público no siempre sale a la luz, mientras lo que hace un privado sale a la luz y con megáfono. Acá no hay un negocio detrás de esto, de hecho no hubo honorarios, y esto nos permite sentirnos que estamos científicamente adelante, compitiendo con menos fondos contra lugares con más capacidad económica, aunque no sé hasta que punto es bueno competir, sería bueno que todos fuéramos uno», puntualizó el Dr. Crego.

«Yo estoy muy orgullosa y, como también trabajo en un sanatorio, lo primero que me preguntaron ahí era cuanto cobré – comentó Sandra Martínez – y no me creían cuando les decía que no había cobrado absolutamente nada porque yo fui formada en un hospital público y esto hace que una sea solidaria, pero es muy difícil que te entiendan».

«En lo profesional fue algo muy grande, porque implica un crecimiento conocer como se trabaja en otro país, en un lugar donde se habla mucho que tiene una medicina muy avanzada», agregó Martínez.

Finalmente, el Dr. Eduardo Crego remarcó que este tipo de intervenciones la vienen realizando desde hace tiempo en el corazón, pero que ahora se abren otras expectativas en otras partes del organismo.

«Dios quiera que nosotros o alguien pueda llegar a explorar cada órgano que lo necesite con este método, yo tengo grandísimas esperanzas de que en algún momento esto sea efectivo contra la diabetes, porque si pudiera ser tratada de esta manera sería un milagro», enfatizó el Dr. Crego.

Equipo de trabajo que interviene en el proyecto del Hospital: Dr. Jorge Trainini, Dr. Gabriel Volman, Dra. Noemi Lago, Dr. Francisco Villasante, Dr. Eduardo Crego, Dr. Javier Bordone, Dr. Hector Simonetti y enfermera Sandra Martínez.

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