Un atacante suicida provocó la muerte de cinco niños y ocho adultos en Afganistán

Cinco niños y ocho adultos, entre ellos varios policías, murieron en tres atentados con explosivos en la sureña ciudad afgana de Kandahar, una de las más expuestas a la violencia que sacude al país, informó la policía.

El primer ataque del día fue cometido por un atacante suicida a bordo de una motocicleta que detonó su bomba por la mañana y mató a cuatro niños y a un policía, dijeron autoridades policiales de la ciudad, cuna del insurgente movimiento integrista talibán.

“El suicida montaba una motocicleta y su objetivo era un cuartel de policía en el área de Chini, en el sur de la ciudad”, declaró un portavoz de la policía provincial de Kandahar, Zalmai Ayubi, quien añadió que el atentado provocó además heridas a 16 personas.

Seis de estos heridos eran niños, agregó Ayubi, citado por la agencia de noticias Europa Press.

El jefe de policía de la ciudad de Kandahar, el general Abdul Razzaq, dijo que el atacante detonó sus explosivos tras chocar deliberadamente con su vehículo contra una patrulla de la policía.

A media tarde, dos explosiones más se registraron con minutos de diferencia entre sí en una esquina céntrica de Kandahar.

El vocero del gobierno provincial Faisal Ahmad informó que cinco civiles, entre ellos un niño, y tres policías murieron en el ataque.

Otras 10 personas resultaron heridas por los dos estallidos, agregó la misma fuente.

Ningún grupo reivindicó los ataques, pero la región suele verse azotada por atentados de los talibanes.

La provincia de Kandahar, en el conflictivo sur afgano, tiene en su haber innumerables atentados sangrientos, y los alrededores de su capital, que tiene el mismo nombre, es uno de los principales enclaves de la actividad insurgente en Afganistán.

La ciudad fue escenario el año pasado de algunos de los golpes más audaces de los talibanes contra las tropas de Estados Unidos y las fuerzas de seguridad afganas.

En julio pasado, un atacante suicida mató al gobernador de la provincia de Kandahar, dos semanas después de que el influyente hermano del presidente del país, Hamid Karzai, fuera asesinado dentro de su casa por uno de sus guardaespaldas.

Pese a la presencia de más de 100.000 soldados extranjeros en Afganistán, la ONU dice que la violencia en el país registra sus mayores niveles desde la invasión encabezada por Estados Unidos que derrocó a los talibanes en 2001.

El año pasado fue el más mortífero para los civiles desde el inicio de la guerra, con miles de muertos en acciones de la insurgencia u operativos militares afganos o de la OTAN.

Las fuerzas internacionales iniciaron el año pasado una retirada gradual en línea con un acuerdo alcanzado entre los países de la OTAN para abandonar Afganistán para 2014 y traspasar a las fuerzas locales las tareas de seguridad.

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