La fiscal de juicio consideró que los detenidos por los crímenes de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina “estuvieron todos de acuerdo y no hubo subordinación sino coordinación” tanto en el secuestro como en los homicidios.

Al exponer este lunes en la apertura del juicio contra Martín Lanatta (38), Cristian Lanatta (37), Víctor Schillaci (30) y Marcelo Schillaci (31), la fiscal expresó que “en el sistema de secuestro y muerte estuvieron todos de acuerdo y no hubo subordinación sino coordinación”.

Para Talavella “Martín Lanatta se ganó la confianza de Forza para que no sospechara de una traición. Era socio de (Ibar) Pérez Corradi, que tenía problemas personales de dinero con Forza y la actividad empresarial de Forza y Ferrón era el tema de los medicamentos que llevó a un círculo definido con otros empresarios para aumentar ganancias”

“Forza y Ferrón pertenecían a un pequeño grupo de confluencia y Lanatta estaba vinculado al grupo de Pérez Corradi”, agregó la fiscal.

Según Talavella “el día de la desaparición se juntaron en el Walmart de Sarandí las tres víctimas con al menos una persona para un negocio de efedrina valuado en un millón de dólares y de ahí, supuestamente, fueron a la casa de Cristian Lanatta”.

La fiscal evaluó luego que a los tres jóvenes asesinados “los habrían llevado forzados a General Rodríguez, donde padecieron vejaciones físicas y psicológicas y luego fueron ejecutados con las la pistola 9 milímetros de Forza y la otra, calibre 40. El hecho fue planificado con engaños para sacar ventajas”.

Para la fiscal de juicio “Lanatta aportó datos personales de Forza como las armas que tenía, el auto en el que circulaba y por donde se movía. El veinte de julio, aproximadamente, comenzó el plan junto con Schillaci”.

“La fiscalía procurará demostrar que integraban una banda para secuestrar y matar, que excedía la cantidad de personas que hoy están siendo juzgadas”, destacó.