Trasladarán los restos del Padre Modesto González al sepulcro en la Capilla del Santísimo Sacramento de Avellaneda

Serán traladados el sábado 20 de abril, a las 11, al sepulcro instalado en la Capilla del Santísimo Sacramento, ubicada en la calle 12 de octubre 162 de Avellaneda. Presidirá la Misa, que se celebrará al efecto, Monseñor Rubén Frassia.

El próximo sábado 20 de abril, a las 11, serán  traladados  los restos del Padre Modesto González al sepulcro instalado en  la Capilla del Santísimo Sacramento, ubicada en la calle 12 de octubre 162 de Avellaneda. Presidirá la  Misa, que se celebrará al efecto, Monseñor Rubén Frassia, Obispo de Avellaneda-Lanús.

El Padre Modesto González nació en  Deán Funes (Córdoba). En 1932 ingresó al Seminario de Mercedes como seminarista de la Compañía de San Pablo y fue ordenado sacerdote en Roma en 1953.

Desempeñó su tareas apostólicas en  Gerli,  en Montevideo y se perfeccionó en catequesis en Bélgica.

Durante ocho años  fjue  responsable de la catequesis de adultos en la Arquidiócesis de Avellaneda y en 1976 fue nombrado párroco de la Parroquia de la Asunción, Catedral de Avellaneda.

Posteriormente  se lo designó párroco de la Parroquia de San Pablo Apóstol, en la avenida Roca 468  y a cargo de la capilla Nuestra Señora  de Luján , en Villa Tranquila.

Después de levantar el templo parroquial, comenzó una serie de obras para asistir a los más necesitados. En 1992 construyó  en la calle Montes de Oca 249, un edificio para albergar un hogar de ancianas, un hogar de tránsito para hombres y un comedor comunitario. 

Más adelante levantó la capilla del Espíritu Santo, en la calle Ameghino, y en 1997  la Capilla del Santísimo Sacramento y el Jardín  Maternal «Jesús Niño», en la calle 12 de octubre 162 de nuestra ciudad.

Todas estas actividades fueron realizadas como parte de la Obra Cardenal Ferrari y en la actualidad continúan a cargo de la Fundación Monseñor Di Pascquo, dependiente de la Diócesis de Avellaneda- Lanús.

Falleció el 23 de abril de  2008 a los 83 años de edad.  Al despedir al Padre Modesto en la misma capilla donde ahora sus restos reposarán para siempre nuestro Obispo decía: « el Pueblo de Dios despide a un grande, porque cumplió, porque vivió en serio, porque no fue especulativo, en el sentido de que sólo hablaba, sino que hablaba, hacía, creía y testimoniaba».

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