Tras 29 muertos, el Ejército tomó el control de las calles de El Cairo

Al menos 29 personas murieron y cientos resultaron heridas en diversos enfrentamientos entre manifestantes leales al derrocado presidente islamista Mohamed Mursi y opositores que celebraban su destitución, en una escalada de violencia que pone a prueba a la democracia egipcia.

Siete de las víctimas fatales cayeron en la capital del país, mientras que 12 fallecieron y otros 200 resultaron heridos a la noche en la ciudad de Alejandría, luego de que un grupo de islamistas irrumpiera en una manifestación de opositores a Mursi a los tiros, informó la agencia de noticias oficial egipcia Mena.

El Ejército egipcio anunció que derrocó a Mursi el miércoles pasado para instaurar un gobierno civil interino que allane el camino a nuevas elecciones en un plazo aún por definir, tras la larga y letal ola de violencia y protestas que caracterizaron los últimos tiempos de su gestión.

Las Fuerzas Armadas, que desde el martes insistieron en que se mantendrían al margen de la política y que actuaron en nombre de los millones de egipcios que tomaron las calles los últimos días para pedir la dimisión del presidente Mursi, anunciaron esta noche que intervendrán para evitar nuevos enfrentamientos entre los dos campos.

Menos de 48 horas después del golpe de Estado, los militares egipcios tuvieron que interponer durante la noche una decena de tanques y numerosos efectivos en los alrededores de la plaza Tahrir sobre algunos de los blindados se habían sentado opositores a Mursi.

La tardía intervención militar tuvo lugar luego de que manifestantes pro-Mursi intentaron presentarse ante la sede de la televisión estatal (situada a 300 metros de la plaza Tahrir) y, según la propia televisión estatal, “francotiradores islamistas” disparaban sobre la multitud.

Al llegar los uniformados, la batalla campal, que incluyó bombas molotov, piedras y fuegos de artificio, tuvo lugar sobre una de las riberas del Nilo, en el puente 6 de octubre, donde al menos dos autos fueron incendiados.

En la capital egipcia, sobrevolada constantemente por helicópteros y cazabombarderos, y donde los retenes de control militar se suceden en las avenidas y las autopistas, la tensión estuvo presente todo el día.

Al mediodía, la represión estalló cuando cientos de seguidores de la Hermandad Musulmana, la cofradía político-religiosa de beneficencia que apoya a Mursi, se acercaron al cuartel capitalino de la Guardia Republicana para protestar contra el golpe que puso fin al gobierno del primer presidente democráticamente electo de Egipto.

La televisión egipcia mostró cómo la multitud se acercó a una alambrada de púas en el barrio Nasr City de la cual un manifestante colgó un cartel de Mursi que fue retirado de inmediato por soldados al otro lado de la valla.

Enseguida, otro manifestante colgó un segundo cartel y la Guardia Republicana abrió fuego.

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