Dentro de las redes informáticas, existe una cantidad de protocolos que permiten la convivencia y el diálogo entre los distintos equipos y dispositivos que se encuentren conectados.

Entre ellos, existe el protocolo de internet, que permite identificar a cada uno de los dispositivos conectados a una red, mediante un número que lo hace único dentro de ella y que se denomina “IP”.

Actualmente, se aplica el protocolo en su versión 4, denominado IPv4, que utiliza números de 32 posiciones binarias (cada posición puede tener valor 0 ó 1) y que permiten formar 4.294.967.296 direcciones IP diferentes.

Sin embargo, aunque ese número parezca enorme al momento de cuantificar los equipos que se pueden conectar dentro de Internet, debido a la gran cantidad de dispositivos que se conectan día a día se hace necesario modificar el protocolo para poder obtener mayor cantidad de direcciones IP posibles.

El Protocolo de Internet (o dirección IP) es empleado por los dispositivos (computadoras o teléfonos celulares) para comunicarse dentro de la red. Dado que en los últimos años se ha registrado una revolución digital y en el uso de Internet, es necesario que la dirección actual IPv4 del sistema evolucione hacia un nuevo Protocolo de Internet: el IPv6, una versión que presenta ventajas sustanciales sobre su predecesor.

En nuestro país, la empresa Telefónica informó que está realizando las “últimas pruebas” que permitirán iniciar el año próximo el proceso de migración al nuevo Protocolo de Internet versión 6 (IPv6).

Alineada con la estrategia llevada adelante a nivel mundial por las empresas líderes en comunicaciones, Telefónica viene ultimando los detalles para asegurar que la migración al nuevo IPv6 en la Argentina se realice de manera satisfactoria.

Es sabido que durante la evolución al nuevo sistema será necesaria la convivencia de las direcciones de ambos protocolos IPv4 e IPv6, por lo cual las compañías ofrecerán servicios a través del modelo en el que convivirán ambas versiones por un período determinado.

La transición hacia este nuevo direccionamiento de Internet es inminente, dado que la reserva mundial de direcciones de Internet de la versión actual (IPv4) se agotó en abril de este año, tras la asignación por parte del ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers) de los últimos 5 bloques de direcciones.

Esto hace necesario implantar progresivamente el protocolo de Internet en su versión 6 (IPv6), que permitirá acceder a 340 sixtillones de direcciones públicas, una cantidad casi inagotable, frente a los casi 4.200 millones de direcciones que permite la IPv4.

Además, viene a solventar el problema del agotamiento de las direcciones IPv4, debido a la alta demanda que hay en el mercado, como consecuencia del crecimiento y tipo de conectividad que se demanda en los dispositivos (teléfonos móviles, portátiles, servidores).

En cuanto a las recomendaciones para el usuario, los sistemas operativos actuales y las tarjetas de red de los equipos ya admiten el IPv6. El paso fundamental en esta tarea de transición la deben realizar los proveedores de acceso, ya que deben estar preparados para operar con la denominada “doble-pila”, es decir, la convivencia entre direcciones IPv4 e IPv6.

Como se viene advirtiendo, el mundo de internet crece día a día y es necesario poder identificar a cada uno de los habitantes de ese mundo de una manera precisa, para evitar errores en el envío de los mensajes.

Los protocolos buscan poner orden dentro de la red, estableciendo reglas para la convivencia. El nuevo IPv6 no sólo tiene el desafío de subsanar el déficit que alcanzó al IPv4, sino que además tiene que administrar una cantidad varias veces millonaria de usuarios conectados a la red.

Ingeniero Fabián H. Montefinal
Gerente General
Excelan Automación S.A.
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