Teatro: «Entre mujeres solas»

Comentario de Roberto Díaz.

Hay que ir los viernes a las 21 horas. El espectáculo dura poco más de una hora. Me acompañó mi amigo Oscar “Tito” Agosti ya que, previamente, nos habíamos reunido en la Confitería “Las Violetas” cambiando impresiones sobre el libro que está próximo a editar.

El Teatro se llama “Del Pasillo” y hace, ya, 14 años que funciona allí, en la calle Colombres 35, a pasos de la avda. Rivadavia.

La entrada es casi inexistente: 30 pesos y para jubilados y estudiantes, la mitad.
“Entre mujeres solas” de Jorge Palant (también la dirigió) es un ejercicio teatral que, me parece, imperdible. Porque las dos actrices (Dora Mils – Beatriz Dos Santos) realizan un trabajo notable. Me atrevo a decir que las interpretaciones están por encima del texto, a pesar de que el texto me gustó, sobre todo porque no busca mensajes de moralina intelectualosa.

Son dos sketches o dos “esquicios” teatrales (como se decía antes) o dos “momentos”: “Griselda en la cuerda” es la llegada a una pensión de pueblo de una mujer de circo, a punto del desbarranque. El diálogo con la dueña de la pensión (una áspera Dora Mils) es interesante por lo que sugiere. La mujer de circo (una solvente Beatriz Dos Santos) logra romper el hielo en esa alma que está, como ella, atacada, también, de frustración y soledad.

En “Al pasar por el cuartel”, una altanera dama de sociedad (Dora Mils) juega un juego fantasioso con su criada (Beatriz Dos Santos) y, en el medio, hay un misterioso coronel (con arresto domiciliario). El juego de las clases sociales, el explotador y el explotado, termina cuando los sentimientos estallan y dejan al desnudo la pobre respuesta existencial que se oculta detrás de la apariencia. ¡Muy bueno!

Las dos actrices se sacan chispas en la interpretación; y qué lindo cuando dos que caminan el escenario en serio compiten, sanamente, talento a talento.
Salimos satisfechos con “Tito”; luego, nos agarró la lluvia mientras caminábamos hacia la Plaza Once. Pero, no importa. Una vez más, el teatro (al que concurrimos con asiduidad) nos envolvió con su encanto.

¡Sobre todo, cuando vemos interpretaciones como éstas en un texto bien logrado! La producción estuvo, también, a la altura del espectáculo. Vale la pena ir. Reservas al 4981-5167 o al 4431-0028.

Roberto Díaz

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