Con 37 años de trayectoria ininterrumpida, el Gimnasio Syuen de Salvador Soreda 6322 (Wilde), se convirtió en el centro de educación física, artes marciales y estética corporal más importante de zona sur.

Syuen nació en julio de 1974, frente a la Estación de Wilde, de la mano de Vicente Nogueroles.

«Era en un lugar donde había tres oficinas, y se arregló para que funcionara el gimnasio, pero tres años después nos pidieron el local, tuvimos que salir a buscar uno nuevo y llegamos acá», resumió Nogueroles.

Consultado sobre cómo nació la idea de este emprendimiento, Nogueroles le comentó a La Ciudad que «la iniciativa surgió porque me dedicaba al judo y quería enseñar ese deporte y armar un gimnasio en general».

«En ese momento el judo era todavía una fuente increíble, porque había judo y karate nada más, después se fueron agregando otras disciplinas o creaciones», sostuvo el titular del Syuen.

A lo largo de más de tres décadas, el gimnasio Syuen también fue un referente a la hora de competir, con varios campeones provinciales y nacionales. «Antes había mucha competencia de judo, la Federación de Buenos Aires tenía 180 instituciones y en el gimnasio teníamos más de 160 judocas -comentó Nogueroles- sacamos muchos campeones y también formamos a muchos profesores».

«Siempre tuvimos buenos equipos, hoy no hay tanta gente, pero igual tenemos algunas chicas campeonas», remarcó.

Al comparar aquellos años con los actuales, el titular del gimnasio reconoció que antes la competencia era más fuerte y con más técnica que ahora, pero que no solo fue el judo el que cambió, sino el deporte en general.

«El aporte de la medicina, el tener una variedad más grande de recursos y un mayor conocimiento del cuerpo humano provocó cambios en todas las disciplinas», explicó Nogueroles.

En la actualidad, grandes y chicos se siguen acercando a Syuen con objetivos diversos. Los más pequeños llegan al gimnasio para aprender judo y asimilar todos sus valores y enseñanzas, mientras que los más grandes prefieren las actividades aeróbicas, como la cinta o la bicicleta.

«El judo es muy importante para el desarrollo de los chicos, les aporta disciplina y bienestar físico, les abre una mente diferente, les da seguridad y normas de conducta», aseguró Vicente Nogueroles.

Además del judo y del gimnasio, que dieron origen al emprendimiento allá por mediados de los ‘70, Syuen cuenta con una gran variedad de actividades, entre las que se encuentran gimnasia localizada, gimnasia aeróbica, clases de abdominales, pilates, yoga, aikido, spinnig, danza jazz y stretching.

«Abarcamos todas las edades, ambos sexos y cualquier condición física. Todo es adaptable, porque cuando llega alguien nuevo se lo orienta mediante una serie de preguntas y se le arma una rutina acorde», explicó Cristian Rojas, yerno de Nogueroles y uno de los responsables del trabajo diario.

«No es una rutina que se escribe en un papel, sino que es personalizada, siempre alguien te está guiando -agregó Rojas- porque además de lo físico tratamos de orientar a la gente para que adopte hábitos más saludables».

Con respecto a lo que busca la gente, Rojas remarcó que antes concurrían por un tema estético, pero ahora llegan «para sentirse bien y tener salud física y mental; por una cuestión de tiempo, espacio y seguridad, prefieren venir al gimnasio».
«La mayoría son vecinos de la zona y nos conocemos casi todos, es un ambiente muy familiar y tratamos que la gente se sienta como en su casa», remarcó Cristian Rojas.

Por ese trato, esa dedicación y los conocimientos que llevan día a día a la práctica, Syuen ya recibió a lo largo de su historia a más de 17.000 personas y se convirtió en el gimnasio referente de la zona sur.