Son tres los detenidos por el crimen del joven asesinado a la salida de un boliche en Balvanera

Tres jóvenes quedaron ayer detenidos en esta Capital Federal acusados de haber participado del crimen de Matías Jano Fernández, asesinado el domingo a la salida de un local bailable del barrio de Balvanera, informaron fuentes policiales.

Dos de los sospechosos fueron apresados por la policía a partir de los datos aportados por un allegado a ellos mientras que el restante se entregó horas después.

Además, los investigadores secuestraron el auto en el que se supuestamente se movilizaban los atacantes, y que fue entregado por el padre de uno de los sospechosos, y también un bate de béisbol que se cree utilizaron para golpear a la víctima.

Fuentes policiales identificaron a los dos primeros acusados como Leonel Bufaño (23) y Hernán Mendieta (25), al tiempo que señalaron que el primero de ellos fue sindicado como el que habría golpeado a Fernández con el bate.

Dos jefes policiales explicaron a Télam que, si bien los efectivos ya contaba con pistas sobre los imputados, los investigadores llegaron a los sospechosos por información precisa que aportó en las últimas horas alguien del entorno de los ahora detenidos.

Según las fuentes, Bufaño fue localizado ayer al mediodía en Carlos Calvo y Yapeyú de Boedo, a metros de su domicilio, y al momento de ser detenido vestía una remera verde, bermudas, ojotas y tenía una serie de tatuajes en su antebrazo derecho.

Minutos después, el padre de ese joven se acercó a esa esquina y entregó el Fiat Siena color gris topo, patente JMI 984, que conducía su hijo la madrugada del hecho y que estaba estacionado en el garage de su vivienda.

El auto fue trasladado luego a la comisaría 8va., donde el padre de Bufaño, ante las preguntas de los periodistas que estaban en el lugar sólo se limitó a perdón a la familia de Fernández.

Por su parte, Mendieta fue detenido en Carlos Calvo al 4.100, a dos cuadras de donde apresaron a Bufaño, con quien trabajaba como repositor en el mismo supermercado, dijeron los informantes.

Un pesquisa policial consultado precisó a Télam que uno de estos dos sospechosos habría dicho en su lugar de trabajo: “Me mandé una cagada”.

En tanto, a partir de los mismos datos que llevaron a las detenciones de estos jóvenes, los pesquisas se trasladaron hasta un descampado de la localidad bonaerense de Don Torcuato, donde secuestraron un bate de color gris metalizado.

Luego, alrededor de las 15.30, un joven de nombre Néstor, 22 años y apodado “Papelito”, se presentó en la comisaría 8va. junto a dos abogados y quedó detenido por el crimen.

Un jefe policial dijo a Télam que los investigadores creen que este muchacho, también compañero de trabajo de los otros dos sospechosos, actuó como “encubridor” del crimen y no tuvo una participación directa en el ataque a golpes contra la víctima.

En una conferencia de prensa en la puerta de la seccional, el comisario Néstor Rodríguez, vocero de la Policía Federal, señaló que “las personas detenidas no habrían estado en el local bailable sino que fue un hecho que se suscitó en la vía pública”.

Mientras que el comisario inspector Horacio Simari, director de Medios de la Policía Federal, aclaró: “Queremos determinar bien que entre los acusados y el damnificado no habría ningún tipo de relación previa. Fue una discusión del momento”.

Los voceros añadieron que los detenidos quedaron a disposición de la jueza de Instrucción porteña María Fontbona de Pombo, quien los indagará el jueves próximo.

El crimen de Fernández (20) ocurrió cerca de las 6 de la madrugada del domingo, en la esquina de Sánchez de Loria y Don Bosco, de Balvanera, a una cuadra del boliche “Fantástico”, donde la víctima había ido a festejar su cumpleaños con amigos.

Según investigadores, el muchacho se retiró de la disco y se alejó unos metros de sus amigos, quienes se quedaron charlando en la puerta del local con otra gente.

En la esquina de Rivadavia y Loria, Fernández discutió con los ocupantes de un auto que lo siguieron hasta el cruce de Loria y Don Bosco, donde lo atacaron a golpes.

Se cree que el muchacho fue golpeado por al menos tres muchachos con un palo o un bate de béisbol en la cabeza, lo que le provocó la muerte.

Tras el ataque, los agresores huyeron en el mismo auto en el que se movilizaban, mientras que Fernández, quien vivía con sus padres en La Boca, trabajaba y estudiaba Ingeniería Naval, murió en el lugar.

El lunes, luego de la inhumación de los restos del muchacho, Jorge Fernández, padre de Jano, dijo que a su hijo lo “destrozaron” a golpes y calificó a los asesinos de “desquiciados”.

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