Si de jugar se trata

Nota de la Lic. Norma Yegro, coordinadora del Centro de Asistencia Avellaneda.

Se me ocurrió pensar este artículo a la manera del juego, jugar con los conceptos entrelazarlos y a partir de ellos poder comunicarles las similitudes y diferencias entre el juego como actividad lúdica y el juego compulsivo.

Los primeros conceptos que me surgen son los de salud – enfermedad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) define salud: “No sólo la ausencia de enfermedad sino que implica que el individuo es un ser bio psico socio cultural los cuales determinarán en equilibrio el estado de salud” y enfermedad: “La presencia de sintomatología psíquica o física que compromete al individuo”.

El juego es constitutivo del sujeto, en tanto instaura un espacio externo e interno (yo no yo) y un tiempo en el cual se desarrolla una escena, da cuenta de la entrada al mundo de lo símbólico. Jugar implica la relación con un otro objeto y Otro que observa y decodifica, jugar comunica, crea.

Al decir de Winnicott: “El juego es una experiencia siempre creadora y es una experiencia en el contínuo espacio-tiempo, una forma básica de vida”.

Cuando el niño juega recrea roles lo cual le permite elaborar aquello que en la cotidianeidad le produce malestar (por ejemplo ocupa el lugar del padre o el maestro poniendo límites). Jugar permite reconocer límites externos e internos, entrar al mundo de lo social donde hay normas, reglas que determinan y acotan nuestro accionar. Jugar es hacer, implica acción, implica comunicar. Da lugar a poder “hablar” de aquello que produce angustia, aquello que enmudece por lo doloroso, por lo traumático.

En el juego del Fort-Da el bebé repite una y otra vez la experiencia dolorosa permitiéndole registrar la ausencia en tanto tal, significándola en tanto ausencia y no pérdida.

Cuando se juega se pone el cuerpo en el vínculo con el objeto dando lugar a sensaciones como la excitación y la ansiedad. Cuando alguna de ellas excede se produce una alejamiento del espacio del juego, dado que hay un retraimiento hacia si mismo, cae la escena.

Hasta aquí lo que hace al juego como actividad lúdica, el jugar como señal de salud. Tomando los mismos conceptos que me permitieron dar cuenta de ello analizaré el juego compulsivo, patológico.

El Juego compulsivo es una adicción, una enfermedad, el jugador compulsivo no juega padece, no crea, no hay en este juego escena..

Prima en él la urgencia (irrupción pulsional) “quiero dinero ahora, la máquina me lo darᔠy sin que medie espacio entre la idea y la acción se dirige a la sala de juego donde deja de registrar el paso del tiempo; donde dejan de existir otros; donde deja de existir él mismo como sujeto; se objetiviza; no piensa ni siente es preso de su impulsión y de alli no saldrá hasta que la pérdida se haga presente en lo real (pérdida de dinero), y aún cuando ello no le alcance continuará repitiendo al punto de originarla en otras áreas (trabajo, afectos, vivienda).

Hay algo que lo excede, que no puede controlar, se transforma así en objeto del juego.

El juego compulsivo conduce al aislamiento, dado que los otros entorpecen la relación del jugador con su objeto, con la consecuente pérdida de lazos sociales. Para ello el jugador hace uso del ocultamiento, la mentira.

En el juego compulsivo no hay Otro que decodifica, desde la experiencia clínica diré que en muchos casos el jugador compulsivo intenta comunicar su padecer a un Otro que no ve ni escucha (co-adicto).

Jugando compulsivamente se intenta tapar-borrar aquella realidad que angustia, impidiendo la elaboración de lo traumático ya que en el juego compulsivo no hay escena dejando al sujeto por fuera del discurso. El juego compulsivo enmudece.
En contraposición a la creación se observa tendencia a lo destructivo.
Teniendo en cuenta lo conceptualizado tal vez se trate de conducir a la persona a volver a jugar en tanto esto implique crear lazos, crear escenas, crear espacios transicionales y tiempos que sostengan la escena. Volver a jugar/crear/comunicar.

Lic. Norma Yegro
Centro de Asistencia Avellaneda
Programa de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo
Informes: Avenida Belgrano 4775, Villa Domínico
Teléfono: 4353-4415.

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