Se realizó la quinta edición de la Copa Argentina de Cervezas

De la mano del vecino de Avellaneda Martín Boan, se realizó la quinta edición de la Copa Argentina de Cervezas, único certamen de estas características que se llevó a cabo este año en Sudamérica, ya que el resto debió ser suspendido por los efectos de la pandemia.

“Se trata del principal campeonato para evaluar y premiar a las mejores cervezas del país, este año se realizó la quinta edición, todas se han hecho en Buenos Aires y la particularidad de este año es que fue la única competencia de toda Sudamérica que se hizo”, comentó a La Ciudad el propio Boan, creador de Copa Argentina de Cervezas.

En cuanto a la actividad, cabe destacar que es una competencia ciento por ciento profesional, donde se evalúan las cervezas “a ciegas”. Cada botella lleva un número codificado y solo se sabe el estilo de cerveza, para luego decodificar la muestra y saber quiénes son los ganadores.

El jurado no ve el envase, por lo tanto no sabe si llegó en botella o en lata. Solo recibe una copa con 50 centímetros cúbicos para poder evaluarla.

En ese sentido, se evalúa la tomabilidad, la redondez, el equilibrio, el encanto, la prolijidad, que no tenga defectos o fallas, que cumpla con el estilo, entre otras cualidades.

“En las premiaciones, todo el mundo se entera al mismo tiempo, el mismo día y a la misma hora -remarcó Boan- porque la espontaneidad de haber ganado no tiene precio; es alegría, es sorpresa, en cambio si vos invitás a alguien a la premiación, pierde emotividad”.

Consultado sobre la preparación del jurado, Martín Boan dijo que “antes de la cata se hace un desayuno potente”, entre cata y cata se ingiere un poco de agua y pan, y también se hace un “almuerzo suculento”.

Esta quinta edición tuvo su premiación el pasado 31 de octubre de manera virtual, para evitar la propagación del Covid, con un pico de 600 espectadores en la página oficial sin contar los que seguían las alternativas vía Instagram.

Con respecto al desempeño de las cervezas de Avellaneda, Salmón Birra y Yorka se impusieron en la categoría “Mejor Colaborativa”, Yorka también ganó la medalla dorada en “Honey”, Guten Bier logró la medalla de bronce en “Indian Pale Lager” y la de plata en “Ame Amber / Red Ale”, Itzer se llevó el oro en “Imp Stout / Old Ale” y Yámana la de plata en la categoría “Herb and Spice”.

 

Una vida dedicada a la cerveza

Martín Boan es ingeniero químico y no es nuevo en el mundo de la cerveza, ya que dio sus primero pasos en el rubro hace 25 años. Cuando tenía apenas 22, tuvo la oportunidad de trabajar en la Bieckert. “Después me fui a hacer una maestría a Europa, volví, trabajé ocho años más para la parte industrial, desde 2004 me metí en el mundo artesanal y, en 2005, me puse a emprender”, resumió Boan, quien además de fábrica propia tiene un bar en French 78, de Avellaneda, otro en San Telmo y un local de venta de insumos en la Ciudad de Buenos Aires desde hace quince años.

En su local de San Telmo, además de su cerveza “Bier Life”, hay “70 canillas”, mientras que en el de Avellaneda tiene 24. “Tenemos cervezas suaves, de fácil tomabilidad, simples, por lo general apunto al pueblo”, describió.

El compromiso de Martin Boan no es solo con su producto, sino también con la comunidad que lo vio crecer y que le permitió desarrollarse. En ese sentido, lleva adelante y en forma silenciosa la donación de alimentos para algunos comedores y durante los meses de abril, mayo y junio encabezaba la donación de ropa a una cooperativa de Madariaga, gracias al canje de “cerveza por ropa” para juntar dichos elementos y ayudar a los que más necesitan.

“También trabajamos con la Unión de Músicos de Avellaneda, apoyándolos, con el colegio Longobardi y, para el Día del Niño, este año juntamos casi 300 juguetes para el comedor El Principito y la Cooperativa”, destacó Boan.

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