Se entregó el quinto imputado por el crimen del hincha de Racing

Se trata de Juan Carlos Rodríguez (22), quien se presentó en la sede de la División Homicidios de la Policía Federal. Los otros detenidos iban a ser indagados, informaron fuentes judiciales.

El quinto imputado del crimen de Nicolás Pacheco, el periodista partidario de Racing que en enero pasado apareció muerto en la pileta de la sede de ese club en el barrio de Villa del Parque, se entregó hoy a la Policía, mientras que los otros cuatro acusados fueron indagados.

Fuentes judiciales informaron a Télam que Juan Carlos Rodríguez (22), alias “el Turu”, se presentó este mediodía en la sede de la División Homicidios de la Policía Federal, situada en Chacabuco 465 de la Capital Federal, y quedó detenido.

Ayer, el abogado de Rodríguez presentó en el Juzgado de Instrucción 18 porteño e informó que su defendido se iba a entregar pero luego no lo hizo, por lo que policías de Homicidios realizaron dos allanamientos -uno de ellos, en su domicilio de la localidad bonaerense de Florencio Varela-, pero sin resultados.

En tanto, los cuatro detenidos que ayer se entregaron a la Justicia fueron trasladados esta mañana al Palacio de Tribunales para ser indagados por la Justicia.

Como el titular del juzgado, Pablo Ormaechea, está de licencia, las indagatorias estuvieron a cargo de la jueza subrogante María Gabriela Lanz y del fiscal Marcelo Retes.

El primero en ser indagado fue Marcelino Pedro Luis Lemo (36), el empleado de seguridad del predio; y le siguieron Patricio Reynoso Gerson (32), integrante de la murga de Racing; Enrique Rulet (28), alias “Quique”, “El boxeador” o “El loco Enrique”, miembro del equipo amateur de box del club; y Aníbal Domínguez Butler (56), alias “Vaquero”, de la barra brava “La guardia imperial”.

Según las fuentes, Lemo fue indagado por el delito de “encubrimiento”, al igual que Gerson; mientras que los otros dos por el de “homicidio”.

Los voceros señalaron que los cuatro se mantuvieron en sus dichos de sus declaraciones testimoniales realizadas al inicio de la investigación y en la que sostuvieron la hipótesis de una muerte por accidente.

En ese sentido, Rulet reiteró que Pacheco se alejó del grupo que compartía un asado, que luego lo fueron a buscar y lo encontraron sumergido en la pileta.

Gerson ratificó que los demás acusados lo fueron a despertar para alertarlo del hallazgo y que sólo colaboró para sacar a la víctima de la pileta.

Lemo también señaló que lo fueron a despertar para avisarle de lo ocurrido, mientras que Butler sostuvo que participó del asado y cuando a las 6 de la mañana fue a comprar una gaseosa advirtió que Pacheco no estaba.

Por su parte, Rodríguez será indagado recién mañana, agregaron los voceros.

Pacheco (32) fue hallado muerto vestido sólo con calzoncillos, alrededor de las 6.30 del 24 de enero último en la pileta de la sede social del club ubicada en Nogoyá al 3000 de Villa del Parque, donde había estado con conocidos compartiendo un asado que se hizo en el sector de parrillas.

Butler, Rulet y Rodríguez son quienes la madrugada del hecho acompañaban a Pacheco en la sobremesa, mientras Gerson dormía en el predio y Lemo cuidaba la sede como empleado de seguridad.

Si bien en un principio se especulaba con la posibilidad de que Pacheco hubiera muerto de forma accidental al apartarse del grupo y caerse desde una altura al sector de la pileta, para el fiscal, el periodista fue asesinado en una pelea.

Los amigos ahora imputados declararon en su momento como testigos que al advertir la ausencia de Pacheco y ver que había dejado su celular, sus ojotas, bermudas y remera en el sector de parrillas, lo buscaron en la pileta, lo vieron sumergido e inmóvil en el fondo, lo sacaron del agua e intentaron reanimarlo sin éxito.

La autopsia fue clave ya que acreditó que la víctima presentaba lesiones compatibles con una paliza y no con una caída accidental a la pileta.

Según los forenses, la causa de muerte de Pacheco fue una fractura de cráneo, pero que además presentaba múltiples excoriaciones, contusiones compatibles con signos de ataque y defensa y un par de costillas fracturadas.

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