“Esta medida no sólo abarca la incorporación de tecnología, la modernización del Estado o la despapelización, sino que beneficia en forma directa a los ciudadanos de la Provincia”, explicó Ferré y remarcó que a través de este mecanismo se “acelerarán los tiempos y se tendrá una gestión más eficiente de los recursos disponibles”.

La Firma Digital es una “herramienta criptográfica” –secuencia de letras y números— que vincula al firmante con un documento electrónico y permite verificar que los contenidos no han sido modificados. A partir de esto adquiere la misma validez jurídica que un documento en papel, firmado de puño y letra, con la garantía de que no pueda ser objeto de repudio.

Este procedimiento ya funciona en el ámbito de la Secretaría General de la Gobernación para avalar procesos internos, luego se extenderá paulatinamente a los organismos de control de la Provincia, al Poder Legislativo, al Instituto de Previsión Social (IPS), la Secretaria de Turismo y la Agencia de Recaudación de la Provincia (ARBA).

Asimismo, se creará el Registro Único de Aplicadores de Firma Digital que centralizará la información de cada jurisdicción interviniente y sus responsables.

Participaron también el subsecretario general, Pablo Pernicone; su par de Modernización del Estado, Santiago Cafiero; y el director provincial de Sistemas de Información y Tecnología, Luis Papagni.