En momentos en que había vuelto a quedar en el centro de la polémica por sus últimas medidas y dichos, el gobernador bonaerense Daniel Scioli, se mostró junto al poderoso ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, uno de los históricos dirigentes del kirchnerismo desde las épocas en que Néstor Kirchner gobernaba Santa Cruz.

El motivo formal del encuentro fue la adhesión de la provincia de Buenos Aires al llamado Programa de Convergencia de Tarifas Eléctricas y Reafirmación del Federalismo Eléctrico e Integración en la República Argentina, el plan de unificación de tarifas que lanzó el gobierno nacional para primero establecer cierta equidad entre todos los distritos y después poder pasar a la remoción de subsidios en algunas de ellas.

Junto a Scioli fueron el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, y el secretario de Servicios Públicos, Franco La Porta. De Vido estuvo acompañado por los secretarios de Energía, Daniel Cameron, y de Obras Públicas, José López.

Como todos los firmantes, el gobierno bonaerense se comprometió a mantener sin cambios sus cuadros tarifarios actuales por el plazo de un año. A cambio, la Nación se comprometió a financiar obras para mejorar la distribución de energía.

Antes de Buenos Aires, otras 17 provincias adhirieron al convenio: Santiago del Estero, La Pampa, Jujuy, Chaco, Formosa, Entre Ríos, Tucumán, Córdoba, San Juan, La Rioja, Río Negro, Santa Cruz, Catamarca, Corrientes, Misiones, Mendoza y Neuquén.

En las últimas semanas, Scioli acumuló críticas del kirchnerismo por la declaración de emergencia en seguridad, por ser poco representativo como candidato presidencial de las políticas del Gobierno y por sus últimos dichos acerca del delito: “Hay algunos que por más que les des un plan social sólo quieren salir con armas y drogarse”.