El Ministerio de Salud de la Nación advirtió que “la mejor forma de terminar con estos incidentes –como el ocurrido en el recital del grupo La Renga en La Plata– es no usar bengalas”, y agregó que “el uso de estos elementos implica un alto riesgo para la salud de quienes los utilizan y de las personas que se encuentren en el lugar donde se manipulan, sean estos abiertos o cerrados”.

“La manipulación de bengalas remite directamente a la peor tragedia causada por una causa no natural en el país, como fue el suceso de Cromagnón, donde un elemento de este tipo originó la quema del local provocando la muerte de 193 personas”, recordó la cartera sanitaria.

La recomendación se inscribe en las estrategias de prevención de riesgos para la salud, ya que si son causas de daño evitables no pueden ser considerados accidentes.

El ministerio señaló que el uso de bengalas o fuegos artificiales puede producir “quemaduras, problemas auditivos, lesiones oculares, ceguera y hasta la muerte”, y agregó que por eso “la única forma de evitar estos accidentes es no utilizarlos”.

La cartera sanitaria remarcó que “la clave es evitar la pirotecnia, más allá de que los artefactos sean más o menos riesgosos, porque el peligro no sólo está en la pirotecnia sino en la manipulación que se hace de la misma. Desde este punto de vista, no hay fuegos artificiales seguros”, aseveró.

En 2008, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Informe Mundial sobre Prevención de las Lesiones en los Niños, incluyó –junto a otras cuatros causas- a las quemaduras provocadas por el fuego como “la causa de muerte de cerca de 96 000 niños al año, y cuya tasa de mortalidad es 11 veces mayor en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos”.