River destrabó el partido con dos golazos de Martínez y goleó 5-1 a Quilmes
El equipo de Gallardo se había puesto arriba por medio de Rodrigo Mora, de penal, pero el Cervecero lo igualó con Romero. Luego dos tantos de Pity le devolvieron la ventaja al Milllonario que después consolidaron Mora y Alario.
River Plate, con momentos de buen fútbol, goleó a Quilmes por 5-1, en el estadio Monumental de Núñez, y ratificó su ‘chapa’ de candidato al título con un auspicioso debut en el torneo de Primera División.
Los goles del equipo que dirige Marcelo Gallardo los convirtieron el uruguayo Rodrigo Mora (18m. PT y 14m. ST, el primero de penal), Gonzalo Martínez (46m. PT y 7m. ST) y Lucas Alario (26m. ST); en tanto que Sebastián Romero (30m. PT) marcó para el conjunto visitante, que finalizó con diez jugadores por la expulsión de Rodrigo Braña (12m. ST).
River, con un 4-1-3-2, estuvo impreciso en el inicio del encuentro (el colombiano Eder Álvarez Balanta se retiró lesionado y lo reemplazó Nicolás Domingo), tardó en acomodarse en la cancha, pero en la primera llegada a fondo se puso en ventaja en el marcador.
Mora, a los 18 minutos, cambió por gol, en su segundo intento, un penal de Adrián Calello sobre Alario. Es que Walter Benítez le contuvo el primer disparo al uruguayo, pero el árbitro Fernando Rapallini -a instancias del línea Juan Pablo Belatti- lo hizo patear nuevamente (acertadamente) porque el arquero se adelantó.
El 1-0 le dio a River tranquilidad y a partir de ahí mejoró en lo futbolístico, dispuso de un par de chances en los pies de Martínez y Alario, aunque estuvo lejos de brillar en el juego.
Quilmes, con un 4-2-3-1, tardó en asimilar el 1-0 (hasta ese momento manejaba el partido), pero no se resignó en ataque y Romero, a los 30 minutos, puso el 1-1 al capitalizar un rebote tras un remate de Ezequiel Rescaldani.
El conjunto que dirige Alfredo Grelak, luego de la igualdad, se reacomodó, achicó la distancia entre sus líneas y hasta tuvo el segundo gol en la cabeza de Juan Celaya, pero Marcelo Barovero evitó la caída de su arco.
El primer tiempo se encaminaba para el 1-1 hasta que sobre el final Martínez, muy cuestionado por sus propios hinchas, sacó un tremendo remate y marcó el 2-1. El ex Huracán en el festejo se desahogó le pidió silencio a un sector del público riverplatense.
River tuvo problemas en la generación de fútbol no gravitaron Ignacio Fernández, Martínez y Nicolás Bertolo) y no lució firme en defensa frente a un Quilmes que intentó jugar lo más lejos de su arco (buen trabajo de Braña y Calello) y apeló a las infracciones para sacarle fluidez al juego a su rival.
La diferencia el equipo local la sacó con el peso de sus individualidades, porque el golazo de Martínez abrió un partido complicado.
Sin embargo en el inicio del segundo tiempo River golpeó de entrada con otro gol de Martínez (muy buen pase de Bertolo), a los 7 minutos, y resolvió el partido. Desde ese momento si mejoró el funcionamiento colectivo (coincidió con la levantada de Fernández).
Y Quilmes, preso de sus nervios, se quedó con diez jugadores por la expulsión de Braña (el eje del equipo) a los 12 minutos.
Eso le allanó el camino al conjunto local, que 120 segundos más tarde, estiró la diferencia en el marcador con otro gol de Mora, y posteriormente Alario, sobre los 26 minutos, (claramente en posición adelantada) estableció el 5-1 final.
Tras la suspensión de ayer por condiciones climáticas, hoy todo fue perfecto, ya que Gallardo hasta se dio el gusto de hacer debutar al uruguayo Iván Alonso, una de las incorporaciones.
River, con golpes certeros en el final del primer tiempo y en el inicio del segundo, ganó, gustó y goleó en el debut. Y su gente se ilusionó.