Residuos tecnológicos, la nueva basura

Escribe: Ingeniero Fabián H. Montefinal(*)

El recambio tecnológico y el vértigo de la sociedad por el consumo de las nuevas propuestas tecnológicas acortan los plazos de la renovación de equipos y aumenta la generación de desechos electrónicos, a punto tal que requiere de la promoción de buenas prácticas y responsabilidades.

Según un artículo publicado en el sitio web del Polo IT de la ciudad de Buenos Aires, “cada argentino genera dos kilos de desechos tecnológicos por año para conformar una montaña de 80.000 toneladas anuales”. Sin embargo, sólo se recicla el 7% de esta basura.

En su informe “Basura electrónica, el lado tóxico de la telefonía móvil”, la organización ecologista Greenpeace afirma que los desechos de televisores, celulares, monitores, baterías y otros componentes electrónicos componen el 5% de los residuos urbanos, Sin embargo, de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) que circulan en el mercado sólo se recicla menos del 2% y apenas un 5% de aquellos provenientes del sector de tecnología.

Estos son datos alarmantes en una sociedad donde la lucha contra la contaminación y la promoción del reciclaje de los residuos son dos banderas que se agitan desde los ámbitos públicos y privados.

El Senador Nacional Daniel Filmus presentó en 2008 un proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, que establece presupuestos mínimos de protección ambiental, en los términos de lo establecido en el artículo 41 de la Constitución Nacional, para la gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en todo el territorio de la Nación. Lamentablemente, el proyecto debió ser presentado nuevamente en 2010 por no haberse tratado en los tiempos establecidos por el Parlamento.

Por su parte, el gobierno de la provincia de Buenos Aires desarrolló el programa laboral y ecológico denominado “Disposición de Tecnología en Desuso” (DTD), dependiente del Ministerio de Justicia, al cual adhieren la mayoría de los municipios de la provincia.

Lo interesante de este programa, que empezó a funcionar en mayo pasado y ha procesado más de dos mil computadoras, es que uno de los centros de reciclado funciona en la Unidad Penitenciaria de Olmos, donde 20 detenidos que fueron capacitados en la extensión de las tecnicaturas en electrónica y electromecánica de la escuela “Albert Thomas”, realizan las tareas de acopio, clasificación, limpieza y preparación de los elementos obtenidos.

De los materiales desguazados se obtienen chatarra ferrosa, vidrios, plásticos de alto impacto y los metales oro, plata, cobre, aluminio y bronce para su venta.
Los ciudadanos también tienen una parte importante en este proceso de concientización para evitar la contaminación y promover el reciclado. Los residuos tecnológicos, los que no son degradables, deben ser desechados de la forma correcta y en los lugares preparados para ello.
Los municipios establecen lugares y fechas para la entrega de este tipo de residuos para su envío a alguno de los centros de procesamiento y reciclado. Los ciudadanos deben conservar sus desechos tecnológicos hasta poder llevarlos a un puesto de recepción y no descartarlos en cualquier lugar ni mezclados con basura orgánica.
Es responsabilidad de todos trabajar por un futuro ambiental sano para nosotros y nuestros predecesores.

(*) Gerente General
Excelan Automación S.A.
fmontefinal@excelanautomacion.com.ar
www. excelanautomacion.com.ar

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